Decenas de vecinos salteños recibieron ayer el desembolso de los microcréditos que gestionaron a través del programa de Finanzas Inclusivas; que otorga fondos a emprendedoras y emprendedores a través de la organización Programas Sociales Comunitarios (PROSOCO), creada por el recordado padre Ernesto Martearena. La actividad tuvo lugar en el Instituto para el Desarrollo Humano N° 8.212, que lleva precisamente el nombre del sacerdote.
Desde hace más de una década la institución promueve estrategias que permitan a una familia salir adelante con pequeños aportes económicos que, al destinarse a actividades productivas, generan desarrollo y crecimiento en grupos de alta vulnerabilidad.
En este sentido, Susana Mabel, vecina de barrio Juan Calchaquí, narró su experiencia y agradeció la oportunidad que le dieron al dejarla ingresar con sus vecinas a la banca comunal “La Dulce Espera” -integrada por otras 11 personas de la zona sudeste de la Capital- e instó a los presentes a convertirse en el motor de cambio de su comunidad, para que otras personas se contagien y se sumen al proyecto.
Durante el encuentro las autoridades también anunciaron que próximamente estará disponible una línea crediticia de hasta 50 mil pesos, para las personas que necesitan financiar proyectos de mayor envergadura.
El acto fue encabezado por el jefe de Gabinete de Ministros, Fernando Yarade y el ministro de Economía, Emiliano Estrada; además de la titular de PROSOCO, Adriana Pérez; la responsable del Programa Finanzas Inclusivas, Griselda Urrutia, y vecinos interesados en las bancas comunales y solidarias.
El programa Finanzas Inclusivas promueve el espíritu emprendedor, desarrollando un amigable modelo de microcréditos, destinados a personas que por diversos motivos no pueden acceder al crédito habitual en entidades bancarias y quieren hacer crecer su emprendimiento. El modelo está inspirando en la propuesta de las Bancas Comunales del Premio Nobel de la Paz (2006) y economista Muhammad Yunus.
Llega a distintos puntos de la provincia a través de la creación de las denominadas Bancas Comunales. La provincia otorga créditos a organizaciones que trabajan bajo ésta metodología, en este caso PROSOCO y luego estos organismos son los encargados de armar y capacitar las bancas comunales.