El camino hacia la independencia económica se abrió en la Puna de la mano de 23 mujeres que completaron una formación integral que las preparó para manejar vehículos y sus propias oportunidades. Este proyecto, impulsado por Fundación Cóndor dentro de su eje de Empleabilidad, buscó fortalecer sus habilidades personales y laborales para asegurar el acceso a un empleo de mayor calidad y contribuir directamente al desarrollo de sus comunidades.
Durante diez jornadas, las participantes no solo adquirieron las destrezas al volante, sino que también obtuvieron la confianza y la autonomía para transformar sus realidades. El éxito del programa fue posible gracias al compromiso coordinado de empresas del sector privado —como Hidrotec, BMI Constructora, Cactus y Kaizen Ingeniería—, organismos estatales y actores locales.
Formación en tres tiempos
El proceso de capacitación se estructuró en tres módulos clave para asegurar una preparación completa. Las lecciones teóricas se enfocaron en la toma de conciencia, el rol del conductor y la comprensión de normas esenciales. Aquí se destacaron temas como Manejo Defensivo adaptado a los caminos de la Puna, normas de tránsito, mantenimiento del vehículo y primeros auxilios, con la participación de profesionales como la inspectora Alejandra Guerra y el médico Horacio Casso, además del apoyo de BMI Constructora y la Municipalidad de San Antonio de Los Cobres, que facilitó el espacio.
Un eje crucial fue el desarrollo de habilidades blandas mediante talleres complementarios. En estos espacios, las mujeres aprendieron a afrontar entrevistas laborales, a crear un CV estratégico, y a generar colaboración en red para buscar empleo. También se exploró la conducción como herramienta de empoderamiento y la posibilidad de emprender servicios comunitarios. Esta instancia contó con el apoyo de profesionales como Vilma Vacazur, Gabriela Quipildor, Marcelo Dragone y Tatiana Quiroga, Gisella Copa, y los integrantes de Fundación Cóndor Paola Arjona, Carlos Villagarcía y Elizabeth Enriquez.
Finalmente, las clases prácticas se desarrollaron de manera progresiva. La etapa fue un desafío técnico y personal, pues las participantes trabajaron para superar "inseguridades y temores ligados a las historias de vida" de cada una. Instructores de empresas como Cactus Rent a Car, Pussetto Salta y La Veloz Mining brindaron un acompañamiento cercano y respetuoso, bajo la guía de la instructora Sofía Rojas, mientras que las alumnas aprendieron desde ajustes básicos hasta maniobras de estacionamiento y el recorrido de un circuito adaptado a la región.
El impacto en la comunidad
El proyecto "Conductoras de la Puna" respondió a una demanda clave, entregando un instrumento tangible de empoderamiento a esta primera cohorte. El impacto se refleja en las palabras de las egresadas: "Nunca pensé que podría manejar sola por la ruta. Yo decía que no iba a poder, pero el equipo de instructores me ayudaron bastante. Muy agradecida con ellos", comentó una de las alumnas. Otra estudiante agregó: "Les agradezco de todo corazón que ahora sé manejar".
Con este éxito, Fundación Cóndor y sus aliados reafirman su compromiso de apostar por programas que fusionan la formación técnica con el desarrollo personal, consolidando la visión de construir comunidades sostenibles en la Puna.
 
                            
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