Como todo niño que creció en los 90, Alejandro Gaspar podía pasar horas frente al televisor viendo a sus héroes de Dragon Ball Z y los Caballeros del Zodíaco. Así, desde muy temprano, su talento empezó a surgir con sus primeros trazos. “Reproducir las imágenes era un gran pasatiempo y motivo de diversión familiar. Al principio eran mamá y papá quienes dibujaban, hasta que en un momento mamá me dijo que yo tendría que hacer mis propios dibujos”, comentó. Gomita tomó el desafío y el mundo fue su lienzo: paredes, cartones, papeles y colores; la creación no tenía límites.
Con respecto a mamá, Gomita destaca que “es una buena dibujante, una mujer muy observadora y con especial atención al detalle. Quien quiera dedicarse a hacer retratos debe ser muy observador de los rasgos faciales. Es un talento que yo heredé y pulí”, valoró.
Este talento fue su refugio durante los duros años de su adolescencia en donde sufrió bullying. Para pasar su dolor, él simplemente dibujaba. En su adultez se convirtió en su principal ocupación. Lamentablemente, también debió enfrentar inicios duros en donde las primeras operaciones virtuales lo llevaron a perder negocios y también dinero.
Pero su talento prevaleció y hoy interactúa con famosos que responden rendidos ante sus impactantes creaciones realistas. Su arte llegó a nuevos horizontes donde inclusive gente de otros países, en especial de España, buscan y admiran sus trabajos.
A sus clientes, Gomita les advierte que, pese al realismo de sus trazos, “no pretendan que un dibujo salga igual que en la fotografía, es una representación del artista”, advirtió.
Podés visitar sus trabajos en su página https://www.instagram.com/gomitart/ y hacer tus encargos.
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