Desde el Litoral directo a tu mesa, el auténtico sabor del chipá, con la receta original y la elaboración artesanal de Carolina Brianti y compañía. “Chipacitos” empezó hace un año “por esas vueltas de la vida”, nos contó esta correntina con el acento aún intacto y el paladar lleno de Litoral.
“Hace 21 años que vivo en Salta y nunca pude disfrutar de un chipa rico. Todos los que probaba eran a base de premezcla, con un sabor que nada que ver. Así fue que decidí hacer yo misma un chipá genuino, de almidón de mandioca, con una receta artesanal y apto para aquellas personas que no pueden consumir las harinas tradicionales”, comentó.
El nacimiento de “Chipacitos” fue, literalmente, de la noche a la mañana; en agosto de 2019 cuando a su hija María le tocaba regresar a Salta por vacaciones de la Universidad donde estudiaba. “Ese mismo día, de la nada, le dije: María, abrime una cuenta de Instagram. Le pusimos nombre, logo y empecé ofreciendo chipacitos a mi red de contactos”, recordó.
Claro que en este punto debemos contarte que Carolina Brianti, además de excelente cocinera y mamá, es Licenciada en Economía y realizó “un montón de trabajos” que la llevaron a viajar por el mundo.
El crecimiento fue tremendo. Desde ese humilde emprendimiento familiar, en menos de un año “Chipacitos” es una marca reconocida, con puntos de ventas propios y que además provee a varios lugares y cuenta con un food truck en San Lorenzo.
Provee, entre otros, a El Puesto La Comarca en San Lorenzo Chico desde el año pasado, y este año empezó con Supermarket y Trinity Market, la agencia de viajes que ahora incursiona en el negocio del supermercado virtual. Lo más reciente es la carnicería La Estación en Alto La Loma.
Tiene delivery propio y la entrega es en Tres Cerritos, pero los fines de semanas se hacen repartos también en zonas como Grand Bourg, el Tipal, San Lorenzo y Rosario de Lerma; lugares donde “la gente aprendió el gusto genuino del chipá y son clientes fieles que no nos abandonan”, celebró.
Los chipas se venden frezzados y listos para hornear. En el food truck encontrás además jugos naturales y licuados de frutas, café cortado, capuchino y medialunas caseras, producto de una sociedad con una sanlorenceña.
El mundo emprendedor
De un año a esta parte, mucho cambió en la vida y mentalidad de Carolina. De la mano de “Chipacitos”, ella descubrió el mundo emprendedor. “Es un mundo que te enseña cosas lindas y te encontrás con gente que está en la misma que vos, y uno tiene que estudiar las redes y cómo ver al cliente, desarrollar la intuición, la empatía con la gente”, observó.
“Lo primero que destaco del mundo emprendedor es eso, que se ama una red solidaria sea del rubro que sea. Te aprendes a dar una mano con las ventas y recomendaciones. El 99% es gente muy valiosa y la excepción a la regla es mínima”, repasó.
Pero si de crecer se trata, Carolina sabe en quién confiar. Son sus socios, ayudantes e impulsores: sus hijos y su esposo. “Hoy vivimos una situación muy difícil y debemos ayudarnos entre todos. Con la pandemia, soy una agradecida que puedo trabajar y cuento con el apoyo de mi familia”, valoró.
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