El histórico corredor Balcarce, uno de los principales polos gastronómicos y turísticos de Salta, atraviesa un momento complejo.
La caída de visitantes nacionales y extranjeros, junto con la reducción del gasto de los salteños, impacta directamente en bares, peñas, confiterías y boliches que dependen del flujo constante de turistas para sostener sus operaciones.
En diálogo con IN Salta, Puggioni señaló que la baja de turistas y del consumo “golpean muchísimo más que a otros sectores”. “Si hay turismo, la Balcarce se llena los fines de semana, pero esta temporada fue la peor en veinte años o más”, explicó, subrayando que incluso los negocios históricos sienten con fuerza la caída de la actividad.
El empresario relaciona la situación con la pérdida de poder adquisitivo y los ajustes salariales que afectan a los trabajadores: “El gobierno está haciendo un ajuste durísimo sobre los salarios, entonces la gente gasta menos y los comercios lo sienten de inmediato”, agregó.
Además, señaló que los altos costos operativos, sumados a un dólar no competitivo, complican aún más la recuperación del sector: “Con este dólar es imposible competir”.
El impacto se refleja también en la necesidad de endeudamiento de los comerciantes para mantener abiertas sus puertas y cubrir infraestructura y servicios. “Muchos negocios deben endeudarse solo para mantenerse abiertos y sostener la infraestructura”, advirtió.
Para finalizar, advirtió que, mientras no mejore la economía y la competitividad del país, será difícil revertir la caída del consumo y recuperar el auge que históricamente caracterizó al corredor.
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