La mañana de ayer Salta se despertó conmocionada por la noticia del incendio del histórico Mercado San Miguel, en el corazón de la ciudad. Las redes sociales y los portales de noticias se llenaron primero de fotos que mostraban las terroríficas imágenes del fuego destruyendo todo, y luego las desoladoras vistas de lo que quedó luego que el fuego quedara controlado. Finalmente, en las primeras horas de la tarde los desesperados puesteros pudieron ingresar al predio. Los que salvaron sus locales, pudieron retirar la mercadería que quedó. El resto, contemplar lo poco que quedó.
Por estas horas, la única esperanza de los comerciantes surgió de la visita que el gobernador Gustavo Sáenz realizó al lugar a media mañana. Visiblemente afectado por lo ocurrido, el mandatario agradeció la actuación de los bomberos, la Policía y Defensa Civil en el lugar; y definió la situación como "desoladora".
Pero a continuación expresó la disposición del Gobierno para ayudar a los afectados. "No tengo problema en reunirme con los puesteros. No soy quien toma decisiones dentro del mercado, pero sí estaré aquí para acompañar y garantizar la seguridad de todos", afirmó. Y agregó que buscará desarrollar un trabajo conjunto con el municipio (propietario y responsable del mercado) para recuperar la estructura.
La mayor duda por estas horas es qué y quién se va a hacer cargo de la reconstrucción del Mercado San Miguel. Fuentes de bomberos y de los propios puesteros estimaban que aproximadamente la mitad de la construcción quedó totalmente destruida e irrecuperable; mientras que la mitad restante deberá acondicionarse, en especial, en materia de seguridad, para evitar que se repita la tragedia. Pero además, cualquiera sea el proyecto que se lleve adelante, la construcción demandará varios meses… e incluso años.
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