En el corazón de Vaqueros, a poca distancia de la ruta, funciona un centro tecnológico de avanzada, que ya despertó el interés del Gobierno de Bolivia. El centro se llama LA.TE. ANDES S.A., y desarrolló el método para datación geo y termo cronológico, esencial en la determinación de la edad de las rocas y los procesos geológicos involucrados en el sistema petrolero. Ese método permite disminuir considerablemente los riesgos exploratorios y ajustar a la fidelidad de los datos de tiempo en la transformación de recursos hidrocarburíferos en reservas.
Para interiorizarse de ese desarrollo, en enero pasado visitaron LA.TE. ANDES el ministro de Hidrocarburos del Estado Plurinacional de Bolivia, Luis Alberto Sánchez Fernández; el viceministro de Exploración y Explotación de Hidrocarburos, Carlos Alberto Torrico Borja; y el presidente Ejecutivo de YPFB, Oscar Javier Barriga Arteaga.
La comitiva se interiorizó acerca del desarrollo del Magnetómetro Criogénico Cri.Ar. premiado por la Asociación de Física Argentina en 2018 como una herramienta para establecer velocidades de procesos geológicos en el sistema petrolero. Así también lo hicieron con la metodología de datación por apatitas y circones en sus diferentes métodos con los equipos que son únicos en Argentina y en Sudamérica.
Los visitantes se interiorizaron puntualmente en las posibilidades de transferencia de ciencia y tecnología a Bolivia e YPFB a través de LA.TE. ANDES, que reúne a los dos grupos de generación de conocimientos en geociencias, como GEOMAP y CONICET.
Bolivia y los recursos energéticos
Los más altos niveles de gestión ejecutiva del gobierno boliviano identificaron que la base del desarrollo en pasar de recursos a reservas minimizando el riesgo, se encuentra en el conocimiento y la mejor tecnología posible para arribar al éxito en la incorporación de reservas. El Estado Plurinacional de Bolivia es uno de los centros de recursos energéticos convencionales en la región, como lo demuestran las exportaciones de gas a Argentina y Brasil junto con el desarrollo de la industrialización del gas por medio de una moderna planta de urea.
Desde hace 11 años se ha realizado una gran inversión exploratoria para evaluar las posibilidades estratégicas reales de hidrocarburos que tiene el Estado en Bolivia. Producto de las inversiones realizadas en Bolivia no solo definieron las reservas conocidas de 10.7 TCF sino también un gran volumen de “recursos” en diferentes áreas del territorio boliviano, en diferentes ambientes geológicos y en diferentes sistemas petroleros posibles.
Con gran decisión Bolivia invirtió en el pozo exploratorio de hidrocarburos en tierra más profundo conocido, con más de 7.800 metros de profundidad. Este proyecto hoy en espera de su resultado productivo de gas, rompió paradigmas exploratorios del sistema petrolero abriendo enormes expectativas en los recursos para el hallazgo de nuevas reservas de hidrocarburos.
Una vez más ha quedado expuesto en las cuencas hidrocarburíferas sudamericanas que los paradigmas establecidos eran incorrectos por el desconocimiento de la relación entre el tiempo de formación del petróleo/gas respecto a la generación de la trampa; así también la relación temporal de la formación de las distintas estructuras en las fajas plegadas y corridas. Por ello, los más altos niveles de gestión ejecutiva del gobierno boliviano identificaron que la base del desarrollo en pasar de recursos a reservas minimizando el riesgo, se encuentra en el conocimiento y la mejor tecnología posible para arribar al éxito en la incorporación de reservas.
Desde esa perspectiva, GEOMAP y el CONICET celebran el interés de las autoridades bolivianas en el desarrollo tecnológico disponible para datar rocas y esperan con especial expectativa la concreción de acuerdos específicos.