Sara Acuña aún se conmociona al recordar que es ganadora del Premio Pro Mujer al Microemprendedor del NOA 2019. Amante de la comunicación tradicional (esa que te toca la puerta y te mira a los ojos) no había accedido a los resultados del concurso que ya estaban listos en “esas páginas de Internet”, hoy territorio que dominan sus hijas.
“Fueron ellas las artífices de todo, desde la inscripción hasta de informarme que había sido seleccionada. Yo todavía no lo puedo creer. Esto es toda una sorpresa. Si bien siempre estoy buscando oportunidades de crecimiento y financiación, esto no me lo esperaba”, celebró en diálogo con IN Salta.
Sara es dueña de una fábrica de alpargatas que nació hace siete años, cuando perdió su empleo en una fábrica de este calzado. Al enterarse de su situación una amiga le prestó la maquinaria para iniciar su propio emprendimiento. Así, y con el apoyo de toda su familia, nació la fábrica de alpargatas.
Pese a que Sara conocía de la confección, no había ahondado en su mercado, lo cual la llevó a tomar una decisión que hoy considera errada. “Compré telas de excelente calidad y de diseños muy modernos. Mi marido se encargaba de la distribución y ventas, pero en las zonas en donde iban le solicitaban solo colores y diseños tradicionales. Eran alpargatas negras, verdes y azules. Sí, sin dudas nos equivocamos”, recordó.
Era su primera inversión y el futuro no se veía promisorio. No podían enfrentar los gastos, perdieron la marca y fueron dados de baja en los diferentes registros. Pero Sara no estaba dispuesta a sepultar el sueño que había parido de su propia adversidad.
“PRO Mujer fue el impulso que nos revivió, literalmente. Estuvimos a punto de perderlo todo y ahora ya proyectamos cómo crecer. Con un mercado más grande, las posibilidades aumentan”, comentó.
Hoy Sara sueña con registrar su marca y llevar su fábrica a ser la número uno en el Noroeste argentino. “Pro Mujer fue de gran ayuda al iniciar mi proyecto de alpargatas. Con los primeros créditos pudimos construir el taller. Ahora, con cada nuevo desembolso, tenemos la esperanza de llevar la fábrica cada vez más cerca de nuestro sueño”, nos contó, mientras cosía las alpargatas y con ellas sus ilusiones.