Solo en Estados Unidos ingresan US$ 8 mil millones en inversiones desde Latinoamérica y eso muestra el flujo comercial y la búsqueda del resguardo del dinero en países más estables; y así mismo, las remesas de los expatriados, según el Banco Mundial, serían de US$ 445.000 millones para este año a nivel mundial.
Si bien ambos flujos de dinero están basados en motivos diferentes, uno para proteger y/o aumentar el capital, y el segundo, asociado a las necesidades de subsistencia; en esta oportunidad, vamos a centrarnos en dinero utilizado para inversiones.
Entonces preguntamos: ¿Cómo protegerse del próximo tsunami, que más temprano que tarde aparecerá en las orillas de nuestros ahorros? ¿Qué hacer con los ahorros?
Primero, empezar por elegir la moneda, hay varias confiables, hay que investigar sobre historias de ahorristas para saber qué hicieron y donde vea gente relajada planeando su futuro sin pensar en el próximo cambio de gobierno, ahí hay una moneda confiable.
Invertir en el exterior exige humildad y aprendizaje, los estafadores entran por la ventana de la ambición. Como decía mi padre ¨no hay sinvergüenza antipático¨. Cosas simples, claras y probadas.
Otro punto es no olvidar los objetivos, si es preservar lo guardado la receta es ir por la vereda de la sombra, pisar sobre seguro y tomar rutas conocidas.
Los destinos más frecuentes para las inversiones son Estados Unidos y Europa. Pero existen grandes diferencias en las legislaciones y, lo que es más importante, los usos y costumbres. Y en este punto es esencial estar asesorado, porque la diferencia entre el éxito y el fracaso pasa por esa parte de la realidad que no está escrita en ninguna ley.
En USA la velocidad máxima es entre 55 y 85 millas pero se puede ir 10 y 20 millas más rápido. ¿Dónde está escrito? En ninguna parte. Lo saben los que viven allí, por eso hay que conectarse con gente honesta que nos asesore sin manipularnos. En internet, hay innumerables sitios donde encontrar opiniones de inversores y sus experiencias, así como los reviews de Amazon. Pero, tenga cuidado porque también hay publicidad muy bien encubierta.
En los países donde se cuidan los ahorros normalmente las cosas suceden sin sorpresas, ni buenas ni malas, por eso son confiables. Las propiedades pueden ser un buen refugio de valor siempre que se compre bien, se tenga paciencia y no se quiera jugar a Indiana Jones en busca del tesoro perdido.
La belleza de lo simple: que tenga pocas características diferenciales así no hay que buscarle novio a la hora de vender, que sea fácil de administrar para no depender del humor del Chef de turno o de la genialidad del administrador, que posea características universales de manera de poder comparar precios y rendimientos.
Más adelante, conociendo el terreno, habrá espacio para exploradores. Recuerde que ningún corredor de Fórmula Uno se sienta en la línea de largada sin haber dado muchas vueltas al circuito previamente.