Javier González Fraga realizó un contundente análisis de la situación económica y financiera nacional. Optimista, aseguró que recuperaremos el ritmo de crecimiento antes de fin de año”.
“El país está saliendo de una turbulencia cambiaria producto de factores externos e internos como los hechos políticos de Brasil que generan cierta incertidumbre. Locales como la sequía, que nos ha costado 8 mil millones de dólares, ya que fue la peor en los últimos 50 años, sumado a las vulnerabilidades que teníamos que son producto de querer financiar el déficit en el exterior y la necesidad de exteriorizar la expansión monetaria por esos dólares que captamos a través de la LEBAC. Todo esto era un escenario de vulnerabilidad que produjo a finales de abril la tormenta perfecta. La esperábamos, sabíamos que iba a ocurrir, y obligó a cambiar las reglas, que es lo que ha ocurrido”, explicó.
“Estamos en una etapa de restricción monetaria, de restricción crediticia y esto será así hasta lograr la estabilidad cambiaria y volveremos al ritmo de crecimiento que nos caracterizó antes de fin de año, sin ninguna duda”, auguró.
“Estamos tomando las medidas para logar cuanto antes la calma cambiaria. Contamos con la ayuda excepcional del FMI -tanto por la magnitud como por el apoyo político que esto significó- de 50 mil millones de dólares y esto nos permite dejar de depender de los mercados, fortaleciendo al Banco Central, fortaleciendo los balances y que este sea la piedra angular de la estabilidad cambiara para lo que resta de 2018”, expresó.
“Vemos que el mercado va gradualmente recuperando la normalidad y ya la volatilidad del tipo de cambio es mucho mejor de la que era hace un mes atrás. Una vez lograda la estabilidad cambiaria llegaremos a la normalidad financiera para salir de estas tasas tan altas que fueron como una medicina para pasar un momento crítico”, especuló.
UVA con alto cumplimiento
González Fraga también abordó la cuestión de los créditos UVA en el contexto de crisis y aseguró que “los tomadores de crédito UVA están satisfechos porque su alternativa era pagar alquileres que también suben con la inflación; o endeudarse a tasas de interés que han subido mucho más. La tasa es de altísimo cumplimiento y quienes los han tomado están felices. Los que se frustraron son los que estaban a punto de tomarlo pero no pudieron porque ya les pedían sumas mucho mayores”, informó.