La corrida del dólar espantó al grupo colombiano que estaba interesado en comprar el Ingenio San Isidro que ahora, y en las instancias finales, también podría hacer caer la compra prácticamente ya cerrada del jujeño La Esperanza. En diálogo con IN Salta, el Secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar San Isidro (SOEASI), Mariano Cuenca, dijo que como no se hicieron públicos los precios es posible que se hayan manejado negociaciones para beneficiar a otro grupo.
Hoy jueves hay una asamblea para decidir la continuidad del plan de lucha ya que “si algo resulta indudable es la paciencia que los trabajadores hemos tenido en estos cuatro meses de incertidumbre, desde que el grupo multinacional peruano Gloria decidió unilateral y sorpresivamente cerrar el ingenio y dejar en la calle a 730 familias de Campo Santo, El Bordo y General Güemes”.
“Siempre hemos buscado el diálogo con la empresa, con el gobierno provincial, con los distintos poderes del Estado, y seguimos dispuestos a ello para encontrar una solución a este escenario en el que existe el peligro cierto de una catástrofe social. Pero que nadie se confunda: una cosa es la paciencia con voluntad de diálogo y otra es la resignación pasiva. Esta última no es una opción para nosotros”, advirtió el dirigente gremial.
“Estamos llegando a fines de mayo. La zafra ya debería haber comenzado y los tiempos se acortan aceleradamente para poder reiniciar las actividades productivas”, agregó Cuenca, recordando que “hemos hecho una propuesta concreta, que es el proyecto de expropiación en manos de la provincia, y si al gobierno no le convence nuestra iniciativa, debe proponer otra solución que garantice tanto el trabajo de miles de familias salteñas que directa o indirectamente tienen al San Isidro como su único medio de ingresos y subsistencia; y al mismo tiempo garantizar la paz social que no es posible mantener si se condena a toda una región a la miseria y el desamparo”.
Cuenca señaló además que “cuando el sector privado no se hace cargo de situaciones como éstas, es el Estado quien debe garantizar el bienestar de la población, porque para eso existe el Estado y ésa debe ser la primera prioridad para los funcionarios públicos, desde el gobernador para abajo”.
Como se sabe, numerosos sectores sociales, políticos y sindicales se solidarizaron públicamente con los trabajadores del ingenio San Isidro durante los últimos cuatro meses. Al respecto, el líder del SOEASI aseguró que “esa solidaridad inestimable sigue estando y creciendo porque nuestro reclamo es legítimo, y sabemos que estarán con nosotros si quienes tienen la responsabilidad de gobernar para todos miran para otro lado”.
“La pasividad y la resignación no es un camino posible”, concluyó Cuenca, “y al mismo tiempo que ratificamos nuestra evidente voluntad de diálogo, también ratificamos nuestra decisión inquebrantable de luchar por nuestros derechos como trabajadores y como ciudadanos”.