El presidente de la Cámara de Propietarios de Farmacias de Salta, Francisco Puló, aseguró ayer que “la situación de las farmacias, a pesar de lo que la gente cree, es tremenda. Es necesario que se sepa cuál es la realidad, porque como fuimos una actividad esencial y trabajamos durante la cuarentena, todos piensan que nos está yendo bien y no es así. En realidad, con ese trabajo nos desfinanciamos totalmente porque vendimos medicamentos a 90 día a las obras sociales y no sabemos si vamos a cobrar, especialmente en esta pandemia y con la economía como va. Nos preocupa muchísimo esa situación”, detalló.
En este sentido señaló que prácticamente todas las ventas de medicamentos se realizan por obra social, y que es prácticamente nula la venta a particulares. “Salta tiene más de la mitad de la población sin cobertura y esa es la población que depende de lo que le den en salitas y hospitales. Después está el otro sector, que lo puede costear particular y que no supera el 10%”, detalló.
También, reclamó que “las obras sociales siempre han pagado mal y nos ponen en esta situación de no saber si vamos a cobrar o no. En diciembre el PAMI nos dejó con una deuda de cinco mil millones de pesos, a pagar en doce cuotas sin intereses. Hoy estoy cobrando los medicamentos que vendí en setiembre del año pasado y no puedo comprar nada con ese monto. Esto tiene un gran impacto en los bolsillos de las farmacias”, advirtió.
Puló también informó que las droguerías han bajado los plazos de pago y que no aceptan cheques de tercero.
Por otra parte, resaltó que durante la cuarentena y con los médicos sin atender en forma personal, expidieron recetas electrónicas cuya impresión y descarga quedó a cargo de las farmacias.
“La situación se agrava con la parte impositiva que tiene Salta, cuyos Ingresos Brutos son del 5%. Ese costo nos lo trasladan a nosotros y, como tenemos precios de referencia, no se los podemos trasladar al cliente, lo que hace que Salta tenga diferentes precios respecto a otras provincias del país. Así vamos a quedar desabastecidos porque nadie quiere dejar en Salta por la diferencia de precios y el costo del traslado. Esta es una preocupación muy grande del sector, así como la caída del 35% en la venta de los medicamentos que tuvimos durante el último mes”, expresó con preocupación.
Finalmente Puló reconoció que “la gente dejó de consumir en forma lineal. En época de gripe y con la gente encerrada en sus hogares, no tenemos venta de productos estacionales, ya que con la cuarentena hay muy pocos contagios. Lo que se vende es la medicación de la gente que tiene enfermedades crónicas y absolutamente nada de productos de higiene personal, cuyas compras se trasladaron a los negocios de barrio o de cercanía”, detalló.