La marca finalista del concurso Naves de Banco Macro e IAE Business School en su edición 2017 crece de la mano de su dueña, Patricia Piccardo, quien nos cuenta en esta nota sobre su experiencia en emprendedurismo por Israel, España y Perú.
La clave de la marca es, sin lugar a dudas, la autenticidad. Maloca trabaja fuertemente en la sustentabilidad y el compromiso social. Expresa en los tejidos la esencia de lo que somos, el contacto con la tierra, los valores que tenemos a nivel cultural e identitario. “No se trata solo del producto, sino de cómo se hace el producto”, expresó Patricia Piccardo.
Su paso por Israel le dio la visión y la conciencia para el uso óptimo y el aprovechamiento de todos los recursos naturales de los que dispone en el norte argentino y en Perú.
“De mi viaje por Israel, me traje la visión para destacar todas nuestras riquezas naturales, pero también aprendí cómo ellos convirtieron un ambiente hostil, desértico y políticamente complejo en una oportunidad única de emprendimientos. Las universidades, los emprendedores, toda la cadena productiva y comercial trabajan en unidad para el beneficio de todos”, compartió.
Su paso por Madrid le abrió otras puertas comerciales. La Cámara de Comercio Exterior de Salta al tomar conocimiento del reconocimiento, le armó la agenda que le posibilitó participar en la embajada de una ronda de negocios. “Los ojos del mundo están mirando a Salta, las miradas están atentas al potencial emprendedor”, advirtió.
Hoy, con Patricia radicada en Perú, la marca no ha parado de crecer. Siempre pensando en producciones más exclusivas y de óptima calidad, la salteña partió para esos rumbos buscando la especialización en tejidos camélidos; los tejidos de vicuña son el próximo objetivo empresarial.
“Sabemos que nos movemos en un mercado complicado, en donde tenemos que incorporar una producción que es única, de elaboración artesanal y de altísima calidad, lo cual muchas veces no es apreciado por la industria. Para eso, las ferias de diseño son una gran puerta de entrada de nuestros productos al mercado. En ese sentido, también abrimos las vías a través del comercio on-line”, analizó.
“Le hemos puesto pausa al tema de los locales para fortalecer este año la producción de materia prima. Lo hacemos en Perú y en la comunidad PUNA de Abra Pampa, en Jujuy. ¡Esto último nos tomó siete años….prometo que esta vez el proceso no nos tomará tanto tiempo!”, bromea Piccardo, conocedora de la demanda de su producción y de la bondad de la materia prima argentina y peruana.
No es para preocuparse, los que saben apreciar la excelente calidad y el exquisito buen gusto en productos artesanales, saben esperar.