Hace dos años que la provincia enfrenta una intensa sequía que ya hace sentir su impacto en la producción. A fin de noviembre debe iniciar la siembra de granos de verano, pero con un suelo que recibió solo el 50% de la humedad requerida, la campaña se anticipa mala. Desde Prograno, el gerente Lisandro De Los Ríos explicó que la falta de lluvias complicará los rindes futuros (como ya lo hizo con la campaña de invierno, afectando los rindes actuales).
“Las lluvias de la semana pasada llegaron con granizo, pero esto no nos afectó ya que justo fue en una fecha de cambios de cultivos, prácticamente sin actividad, por cuanto ya se recogió la cosecha de invierno y estamos en un parate hasta fin de mes, cuando empiece la siembra de verano. Esta será complicada porque el suelo recibió solo el 50% de la humedad requerida para la tarea”, explicó.
En Salta la campaña de siembra de granos gruesos empieza a finales de noviembre y principios de diciembre, “esperando las lluvias de noviembre que brinden un perfil de humedad en el suelo que permitan prosperar a las plantas” auguró. “Venimos con problemas desde el año pasado. Dos años de sequía nos están trayendo muchos problemas, y esto tiene consecuencias en los rendimientos de campaña”, lamentó.
Ni la pandemia los afectó tanto
Ni la pandemia de coronavirus, que afectó a todas las actividades, llegó a afectarlos tanto como la falta de lluvias. “En cuanto a lo que es la producción de granos trabajamos muy buen con el Gobierno de la provincia. En los primeros días presentamos un protocolo y desde el día uno fuimos considerados como una de las actividades esenciales. En la producción primaria pudimos trabajar no con normalidad, pero seguro no sufrimos lo mismo que otros sectores. Se pudo levantar la cosecha a mediados de año con las dificultades del caso de un año seco”, señaló.