La granja La Montaña, ubicada en La Silleta, es desde hace muchos años un establecimiento modelo. En 2012 recibió el premio a la Excelencia Agropecuaria que anualmente otorgan el diario La Nación y el Banco Galicia, luego de realizar una millonaria inversión para convertir en abono orgánico el guano que producen las gallinas ponedoras, que son su principal actividad. Años antes, habían incorporado equipos para generar su propio alimento balanceado, que también comercializan con otras avícolas de la zona.
Por estos días la empresa está avanzando también en un proyecto totalmente innovador, que promete ser pionero para otros en el país. Se trata de la construcción de una planta fotovoltaica que, aprovechando las ventajas de la ley provincial de Balance Neto, le permitirá a la empresa cubrir sus necesidades de energía y eventualmente generar excedentes para vender a la empresa distribuidora.
Las obras en la propiedad del empresario Francisco Escudero fueron visitadas la semana pasada por funcionarios de la secretaría de Energía de la provincia encabezados por su titular, Marcelo Juri. El funcionario explicó que la ley de Balance Neto permite a los usuarios que invierten en la generación a través de fuentes renovables –en este caso energía solar- inyectar su producción en la red de distribución, y luego compensar con sus consumos a lo largo de la jornada. En caso de existir excedentes de generación, éstos deben ser comprados por la empresa distribuidora de energía.
Juri explicó que la instalación fotovoltaica que se está instalando en La Silleta fue dimensionada para una corriente continua de 170 kWp (kilovatio pico), que estarán entregando una potencia nominal de 150 kW en corriente alterna. Para este proyecto se utilizaron módulos de 315 W (watt). La empresa encargada del proyecto y montaje de la planta fotovoltaica es Ser-Verde, con base en Cafayate.
El funcionario destacó que con la inversión que están realizando, “La Montaña va a tener la planta de generación fotovoltaica en régimen de Balance Neto más grande del país”, y no dudó en destacar la apuesta de los propietarios de la empresa, que están realizando la obra con financiamiento totalmente propio. “Los establecimientos avícolas son grandes consumidores de energía eléctrica, ya que además de las maquinarias deben mantener las luces de sus corrales encendidos durante toda la noche”, precisó.
Consultado respecto de la inversión realizada por la empresa, explicó que “según el proveedor que se elija, se calcula que se necesitan entre 2.000 y 2.500 dólares por cada kW de generación instalado. Por lo tanto, se trata de una inversión varias veces millonaria”. Señaló además que con la reglamentación vigente, durante los dos primeros años la empresa va a cobrar de la distribuidora eléctrica la totalidad de la energía que genere, lo que contribuye a amortizar la inversión. Recién a partir del tercer año, se comenzará a compensar la energía generada con la consumida; y la granja sólo percibirá ingresos si genera excedentes.
Finalmente, comentó que este modelo podría ser imitado por otras empresas e industrias, para avanzar en el cumplimiento de los niveles obligatorios de generación a partir de fuentes renovables que prevé la legislación nacional.