IN Salta: Termina una gestión que no cumplió sus metas en cuanto a reducción de la desocupación, ¿Cómo lo vive el sector de las empresas de trabajo temporal y en particular Bayton?
Ricardo Wachowicz: Desde nuestra compañía, a nivel general -porque se ha diversificado el negocio desde la organización- y como la visión promovida por el Gobierno fue de minería, petróleo, gas y energía renovable, fuimos abarcando distintos nichos de negocios y entonces fuimos sorteando la desocupación en la industria, en donde los mayores índices se dieron en la pequeña y mediana empresa. Ahí se generó la problemática de que la industria nacional perdió su capacidad de producción entre un 40 y 50%.
IN Salta: ¿Esta adaptación de Bayton responde a un plan empresarial o es producto de la crisis?
RW: La crisis es general y la actividad en su conjunto ha disminuido desde el 2012 a la fecha en un 60%. Las empresas de personal temporario tuvimos 400 mil empleos temporales anuales; hoy tenemos capacidad únicamente de 180 mil. No significa que perdimos gran parte del mercado. Lo que pasa es que los costos laborales, los juicios, las multas, una demanda de 20 mil pesos que termina saliendo 200 mil, una pyme no lo soporta. Muchas empresas empezaron a tomar trabajadores en negro. El trabajo formal temporario y los propios bajaron, con lo cual la informalidad llega hoy al 40% de la formación, muchos que tienen el primer empleo y tienen entre 18 y 23 años.
IN Salta: ¿El trabajo temporario es una solución a esta problemática?
RW: El trabajo temporario es formal y decente en donde la legislación argentina dice que a igual trabajo, igual remuneración, igual beneficio, ART y sindicato. Estamos todos alcanzados al beneficio que tiene todo el conjunto. Las empresas que tienen excedente de producción los toman a través de las empresas de trabajo temporario porque ellos no tienen infraestructura en recursos humanos; entonces se apalancan a través de las empresas del trabajo temporario que les hacen la búsqueda, la selección, el psicotécnico, el preocupacional, y después lo tiene por un período en forma temporaria y después lo pasa a planta permanente. El 40% queda en puestos permanentes en distintas organizaciones.
IN Salta: ¿Cuáles son los puestos más solicitados?
RW: Hoy la situación argentina ha variado porque hay mucho de lo que es metalmecánica, lo que es agroindustria, lo que es petróleo, gas y energía. Lo que ha caído mucho es el consumo (entre un 20% y 25%) . Dentro del conurbano bonaerense, donde existe la mayor cantidad de desocupados del país, es porque la industria de alimentación o producción está en estos momentos en los niveles más bajos de los últimos tiempos.
En el caso de Salta la minería ha crecido muchísimo, con puestos muy interesantes. Nosotros tenemos en Salta, Tucumán y el NOA el requerimiento de gente de base para agroindustria, metalmecánica, cosecha y empaque de alimentos. Eso tiene mucha actividad.
IN Salta: ¿Cuál es el perfil que tiene más posibilidades de éxito?
RW: Todos. Nuestra actividad maneja 120 gremios y 400 actividades. Todas las posiciones de nivel medio, especialista en nivel técnico está recibiendo mayor cantidad de gente y gente de base para la producción.
IN Salta: ¿Qué esperan de la próxima gestión?
RW: Estamos esperando los nuevos lineamientos de hacia dónde va la economía, estamos esperando lo que el presidente electo vaya a determinar en este sentido. El anterior Gobierno fue minería, petróleo, gas. Este presidente comentó que posiblemente vaya a hacer una reactivación hacia la industria; eso depende del nuevo escenario que se vaya a presentar después de su asunción.
IN Salta: Al principio de la entrevista hablaba con gran preocupación de los costos laborales, ¿Esto también debe ser atendido con urgencia?
RW: Yo creo que la mayor urgencia que tiene el próximo gobierno es atender la problemática de la pequeña y mediana empresa que genera el 80% del empleo formal en la República Argentina. Tiene que haber políticas especiales para que la pyme tenga financiamiento suficiente y costos laborales acordes y para eso necesita una política y una legislación que les permita avanzar con la producción.