Gómez Roco prepara la apertura de un nuevo local, preparado para las demandas de sus clientes

Gómez Roco es sin duda la empresa líder en la región en la comercialización y servicio de todo tipo de bombas y equipos generadores, pero su oferta no se agota allí. Está diversificada en cientos de productos y marcas de los más diversos rubros, lo que la convierte en referente obligado para sectores tan disímiles como el campo, la industria, la minería y la construcción.

Con más de 60 años de historia, la firma es conducida por la segunda y tercera generación de la familia Gómez, que proyecta para este año la apertura de un nuevo local de más de 3.000 metros cuadrados de superficie, con más servicios y comodidades para sus clientes.

Gómez Roco nació en 1956 de la mano de Carlos Pedro Gómez. El cierre de la empresa en la que trabajaba  y su deseo de no volver a ser empleado lo llevaron a asociarse con un compañero, Sidney Roco, para buscar nuevos horizontes. “Coco”, como le decían sus más cercanos, era un gran vendedor, así que el objetivo inicial fue buscar “algo” para vender.

La oportunidad llegó de la empresa para la que trabajaba. “Ellos tenían una bomba muy rara, que mi papá logró vender. Sorprendidos por la operación, lo contactaron de Pluvius, una empresa pionera en bombas de agua con más de 100 años en Argentina, y le ofrecieron su apoyo para lanzar su negocio”, recordó Marcelo Gómez en diálogo con IN Salta.

Poco tiempo después, la fábrica de motores Corradi (hoy Weg), le puso a disposición 100 motores en consignación. Y ese fue el punto de partida del negocio. Gómez era el vendedor, mientras que Roco se encargaba de lo administrativo. Un tercer socio aportó el local para arrancar en 1958.

A partir de allí el crecimiento de la empresa fue constante. En 1981 lograron abrir su primer local propio en La Rioja 834 sobre una superficie de 300 metros cuadrados, que hoy crecieron hasta ocupar  1.700 metros. En 1982 desembarcaron en San Salvador de Jujuy, en Almirante Brown 833; y hace dos años abrieron un nuevo local en La Rioja y Pellegrini.

La incorporación de las nuevas generaciones comenzó en 1976 cuando se sumó a la empresa Sergio Gómez, el hijo mayor; y muchos años después lo hizo Marcelo, su hermano. Más recientemente se incorporaron al negocio Pablo y Alejandra Gómez Teruel, hijos de Sergio, quienes le sumaron profesionalismo e innovación.

También en forma paulatina se redujo el número de socios. En 1982 los Gómez compraron a los Roco su parte del negocio; mientras que en 1994 adquirieron la parte del tercer socio, quedando la firma como una empresa totalmente familiar.

Hoy Gómez Roco ofrece a sus clientes una gama de productos que parece infinita. El listado abarca desde bombas de agua y grupos electrógenos para cualquier necesidad, hasta máquinas para la construcción, ferretería, herramientas eléctricas, accionamientos eléctricos, todo tipo de productos para piletas (desde filtros y químicos hasta robots de limpieza).

Las últimas incorporaciones incluyen toda la gama de artículos que aprovechan energías renovables como paneles y calefones solares, y hasta mantas solares, que se usan para calentar el agua de las piletas y alargan la duración de la temporada. En todos los casos se ofrece no sólo la venta de productos, sino también el servicio técnico especializado.

Pero de todas las novedades, la que más disfruta mencionar Marcelo Gómez es la de los sistemas de incendio a medida que comenzaron a fabricar. “Hoy para habilitar cualquier local de más de 1.000 metros cuadrados, los bomberos exigen contar con un sistema de incendios, y nosotros armamos los equipos completos”, explicó. Y destacó que “se trata de un producto propio, en el que le sumamos mucho valor agregado a lo que ya vendíamos”.

La venta y servicio de posventa de tantas marcas y productos disímiles plantea un desafío administrativo mayúsculo. “Es muy complejo técnica y administrativamente”, aseguró a IN Salta Pablo Gómez Teruel; quien sostuvo que la clave es “la permanente capacitación de nuestros recursos humanos, tanto en habilidades técnicas como comerciales”.

Pablo destacó que “en los últimos años hemos logrado desarrollar mandos medios, que nos van a permitir sustentar el crecimiento de la empresa. Las personas que hemos elegido se han ido afianzando en sus puestos y es muy satisfactorio ver cómo se cumple el objetivo de haberse preparado para crecer”.

Consultados sobre el presente del negocio, teniendo en cuenta el contexto recesivo, Pablo señaló que “los precios del 90% de nuestros productos están atados al dólar porque son importados, por lo que hemos tenido aumentos de alrededor del 60% en el año”.

Advirtió sin embargo que “al tener una cartera de clientes tan diversificada, se logra cierta estabilidad. Por ejemplo, cuando caen la construcción o el mercado doméstico, tenemos crecimiento en la minería o la agroindustria, y eso compensa la baja del otro sector”.

De cara al futuro, los más jóvenes, Pablo y su hermana Alejandra, fueron los más entusiastas. “Antes de fin de año vamos a abrir nuestra tercera sucursal en Salta en la esquina de avenida Tavella y Ragone. Es un local de 3.000 metros cuadrados más moderno, con más servicios y más comodidades, preparado para lo que nos pide el mercado”, contó Alejandra.

Y su hermano agregó que “creemos que el futuro está más allá que aquí (por el local de La Rioja) por las ventajas que ofrece. Estimamos abrir en noviembre o diciembre próximo”.

Pablo también señaló que están armando un “modelo de reventa que nos permita estas presentes no sólo en Salta y Jujuy, sino en toda la región NOA. Concretamente, aspiramos a llegar a Tucumán”.  Y ratificó la apuesta al e-commerce que ya tienen en marcha. “Apuntamos a ser una empresa de ventas omnicanal, y la web puede ser otro punto de distribución”.

Finalmente, y como sorpresa, contaron que próximamente la empresa se va a diversificar incursionando en el negocio turístico. El edificio construido sobre el local de ventas de La Rioja y Pellegrini pronto se convertirá en un apart hotel… pero esa será otra historia.