Soda Ideal apuesta a la inversión y la calidad para sostener su crecimiento en el largo plazo

Soplan vientos de cambio en Soda Ideal. La empresa propiedad de la familia Mendoza se encuentra embarcada en un fuerte proceso de inversiones que terminarán de tomar forma la  próxima temporada de verano, con un relanzamiento de la marca que incluirá nuevos envases, nuevas etiquetas y la certificación de calidad de su planta y sus procesos productivos.

Para Matías Mendoza, gerente general y tercera generación de la familia en la empresa, estas inversiones permitirán consolidar un proceso iniciado hace cuatro años en los que “venimos creciendo en forma sostenida, y no sólo en ventas”. Su objetivo es llegar, en los próximos cinco años, a ser una empresa muy tecnificada, enfocada básicamente en la producción”.

Soda Ideal nació en 1973 de la mano de los esposos Sergio Mendoza y Pascuala Farfán, y sus hijos mayores Mario (padre de Matías), Luis y José; a quienes se sumaron luego los menores, Sergio y Susana. El fundador tenía un almacén, cuando su hijo Luis trajo de Buenos Aires la idea de instalar una sodería, y se lanzaron todos a la aventura.

Al principio Pascuala cargaba los sifones en una máquina manual y su esposo e hijos se encargaban del reparto en casas del barrio, pero a fuerza de inversiones la empresa creció muy rápido, particularmente en los ’90, cuando llegó a tener 75 empleados y más de 40 camiones de reparto. También creció la planta, originalmente sobre calle Ibazeta, y que hoy tiene salida a cuatro calles.

La crisis de 2001, que puso en jaque al país, también generó una crisis en la empresa; que se agravó por el desgaste de las relaciones familiares. Al retiro del fundador le siguió el de uno de los hermanos, Luis, detrás de otro proyecto empresario.

En 2007 Matías, que acababa de recibirse de contador, se incorporó a la empresa, y lo hizo directamente a la conducción. “Su nombre surgió del consenso de todos; y vino a sumar nuevas ideas y un estilo más pensante. Nosotros éramos de agachar la cabeza y trabajar. Con sus propias formas, él le dio una vuelta de rosca impresionante al negocio” aseguró Mario, su papá.

Para Matías, esos primeros años fueron “de acomodar papeles, reconstruir vínculos con proveedores y establecer controles. Recién después pudimos sentarnos a proyectar cómo seguíamos”. Allí se inició una etapa de crecimiento que está sentando las bases de lo que viene.

“Como comenzaron produciendo soda, mi papá y mis tíos tardaron en ‘largar’ el sifón y enfocarse en el agua envasada; y la competencia nos sacó ventaja. Hoy el 80% de las ventas son de agua y sólo el 20% de soda, que cada vez cae un poco más. Es más, creemos que en poco tiempo la soda en sifones va a desaparecer”, explicó Matías Mendoza a IN Salta.

Por eso el plan de inversiones está enfocado en el agua. Hace dos años compraron una máquina envasadora automática que les permite atender la demanda actual y el crecimiento futuro. En dos meses también estará en funcionamiento una nueva sopladora de botellas, que les permitirá tener el manejo absoluto de la disponibilidad de envases y no depender de otros proveedores.

Los nuevos equipos tendrán también una nueva configuración dentro de la planta industrial, que será optimizada para lograr un mejor layout. “La fábrica se fue haciendo por etapas y estaba toda dispersa, pero ahora la vamos a unificar para tener más orden y optimizar su funcionamiento”, detalló Matías. A continuación vendrá la certificación de normas de calidad, prevista para octubre.

Con la mirada puesta en la “temporada alta” de ventas, que comienza cuando suben las temperaturas, también están pensando en un cambio de imagen que incluirá nuevas etiquetas y un packaging renovado.

El plan incluye también la renovación de la flota de camiones, que hoy tiene unos 20 vehículos trabajando en el reparto a casas de familia; y otros cuatro atendiendo clientes empresarios e institucionales. Otro importante segmento de clientes son las empresas mineras, que se atienden con un camión de larga distancia.  

En la cabeza de Matías, el objetivo es que dentro de cinco años Soda Ideal sea una empresa más enfocada en la producción y menos en la distribución, que planea realizar a través de distribuidores independientes. “Es un sistema que ya utilizamos con gente que eran nuestros vendedores, y que nos dio muy buenos resultados”, explicó.

“Queremos enfocarnos en la producción a gran escala, porque creemos que eso nos va a abrir la posibilidad de conquistar nuevos mercados. Nuestro diferencial es la calidad de nuestra agua”, reflexionó Matías; pero su padre fue más allá y aseguró que “después de tantos años, además de la calidad nos avala la confianza de nuestros clientes, a quien le debemos todo lo que somos”.

¿Sabías que… el agua que envasa Soda Ideal es obtenida de un pozo propio, que la extrae de una napa ubicada a una profundidad de 110 metros?