En el corazón de Molinos, en pleno Valle Calchaquí, se encuentra Finca Tacuil. A una altura extrema, a 2.600 metros sobre el nivel del mar, brota la vid que da origen a Altupalka, vinos únicos en el mundo. En Cafayate se escribe en tinto y blanco la segunda parte de esta historia.
Alejandro Martorell, orgulloso propietario de Bodega Altupalka, dijo a IN Salta que poseen “los viñedos más altos del mundo”, los que tras un minucioso trabajo permiten crear vinos complejos que ofrecen la amalgama perfecta entre terroir y varietal.
“Lo que se siente estar cerca del cielo. La combinación de variedades y terroirs le otorgan un carácter especial a nuestros vinos, resaltado por la altura extrema y la alta calidad de la materia prima utilizada”, resaltó.
Claro que esto tiene sus consecuencias en la producción, porque al ser un producto único, regalo de la Pachamama, tiene un tipo de labor más esmerada. La tierra da, pero a quien sabe cuidarla y trabajarla.
“El rendimiento en kilos es menor, la vid se esfuerza mucho más para crecer en estas condiciones y con tal radiación solar. Pero eso nos da otro producto, único en el mundo, de mayor intensidad, de otro color”, expresó.
Una casa que no fue
Martorell es un hombre muy inquieto y emprendedor tenaz. Pero cuando nació Altupalka, él no buscaba emprender. Llegó a este paraíso en busca de una casa de descanso.
“Fue en 2007 y aún no habíamos encontrado el terreno que, durante 4 años, habíamos estado buscando. Teníamos la idea de hacer una casa con jardín y dos hectáreas de viñas en los Valles Calchaquíes. Empezamos a ver algo un poco más grande, y justo en ese momento nos ofrecieron una fracción del Valle de Carreras en la finca Tacuil”, recordó.
“El encanto que tiene ese particular valle a 2.500 metros rodeado de montañas imponentes hizo que cambiara inmediatamente el rumbo; era una oportunidad que no se podía dejar pasar, la de hacer un vino de primera calidad y esa idea nos sedujo. Pudimos comprar 100 hectáreas: 20 son aptas para viñedos, con suelos de arenas graníticas totalmente libres de sales. Lo demás son cerros, y además cuenta con una antigua represa”.
“Y empezamos a estudiar lo que debíamos hacer. En un primer viaje a Mendoza para conocer viveros y ver la disponibilidad de plantas, volvimos con la idea de plantar en alta densidad; nos parecía que un lugar tan especial se merecía un viñedo único”, recordó.
Altupalka hoy
Hoy Altupalka Extremo tiene 14 hectáreas de Malbec (7.400 plantas/ha) y 2 hectáreas de Sauvignon Blanc (5.400 plantas/ha) Merlot, Petit Verdot y Pinot Noir.
El lugar no cuenta con energía eléctrica, por lo que para poder regar “tuvimos que duplicar el volumen y profundidad de la represa. Esto nos permite regar por goteo sin utilizar ningún motor, solo por gravedad”.
También en Cafayate
“Mientras planeábamos qué hacer con este nuevo proyecto, apareció una segunda oportunidad: mi amigo Rodolfo Lávaque me ofrecía una tierra en una zona privilegiada de Cafayate, en el camino a Yacochuya. Era muy difícil resistir a la tentación: 40 hectáreas en una de las mejores zonas de Cafayate. La tarea se duplicó, sobre todo porque luego de hacer un desmonte manual y de construir un pozo de 220 metros de profundidad, que cambiaría definitivamente la fisonomía de este desierto, aparecieron ellas: las piedras. A partir de ese momento, fueron casi dos años de batalla hasta dejar el suelo en condiciones de recibir la vida, que venía en forma de barbechos de vid.
Actualmente, en ese lugar hay 11 hectáreas de Malbec en alta densidad (5.400 planta/ha) y nueve hectáreas de torrontés en parral. Esta, que parecía la finca más fácil por su proximidad a Cafayate, resultó ser sumamente difícil de plantar, aunque ahora su manejo es más sencillo.
“Este proyecto, que estaba destinado al descanso y al `dolce far niente´ se convirtió en un proyecto lleno de pasión y de muchísimo trabajo”, celebró divertido por los caprichos del destino.
Hoy hace un balance y es más que positivo. “Claramente no me equivoqué, en este lugar fui y soy muy feliz junto a mis hijos y mi familia que me acompañan en este proyecto que nos apasiona”, confesó.
“Es muy importante destacar el apoyo de toda la familia; sin ellos, esto no hubiera sido posible. Mis padres, Ricardo y Graciela, incondicionales en su apoyo; Luciana, mi esposa; y mis cuatro hijos, Sofía, María, Lucía y Alejandro, comprometidos con el proyecto cada uno con sus profesiones y habilidades”, concluye Alejandro.
Los vinos
En 2014 iniciaron la comercialización de los vinos de altura extrema: Altupalka Malbec Extremo, Altupalka Malbec-Malbec y Altupalka Sauvignon Blanc Extremo. Hoy ofrecen al mercado también Altupalka Malbec-Malbec-Tannat.
Bodega Altupalka
Teléfono
+54 387 439-3911
+54 1168012120
E-Mail: info@altupalka.com.ar
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