Una mesa grande, llena de dulces, rodeada de amiguitos y afecto: eso es lo que Alejo Zendrón cree que todo niño merece en su día especial. Para él, colocar una mesa dulce en una fiesta infantil es un acto mágico. Pero llegar a aquellos que no pueden celebrarlo, a ese niño que mira desde la puerta deseando una golosina, es otro nivel de amor al prójimo.
Alejo tuvo una infancia feliz, con dulces que nunca faltaron. Pero la pandemia le arrebató su empleo en un drugstore de 24 horas, dejándolo sin sustento. Fue entonces cuando, junto a su pareja, María José Chocobar, decidió salir a vender lo que tenían: dulces.
“Fui al parque y conocí a José Luis, un amigo que ya tenía su carrito de café. Él me enseñó, me compartió sus contactos y me ayudó a arrancar. Yo lo ayudaba con los pedidos y aprendí de todo un poco”, recuerda Alejo.
Así nació su emprendimiento: "El Rincón Dulce", un carrito de dulces que hoy no solo está presente en ferias y fiestas, sino que también lleva alegría a quienes más lo necesitan.
Una misión solidaria: celebrar con quienes menos tienen
Gracias al alcance de las redes sociales, Alejo y María José empezaron a recibir pedidos de todo tipo. Pero también surgió otra oportunidad: usar su emprendimiento como herramienta de solidaridad.
“Muchas veces nos tocó ir a zonas rurales, a los valles, a lugares carenciados. Íbamos con el carrito en colectivo, todo a la vista. Y los nenes se acercaban, algunos sin conocer las golosinas ni un celular, y nos preguntaban si estábamos regalando. Esa mirada, ese abrazo, eso te queda en el alma”, cuenta Alejo con emoción.
Así comenzó un proyecto aún más grande: organizar celebraciones para niños que no tienen cómo festejar. “Queremos que ningún chico se quede sin su mesa dulce, aunque sea algo chiquito, pero lleno de amor”.
Una red de ayuda que crece: Festejar juntos el Día del Niño
Actualmente, están organizando una agenda solidaria para llegar a la mayor cantidad de niños posible en el marco del Día del Niño. “Nos escriben desde merenderos, hogares, instituciones de toda la provincia. Nosotros ponemos el trabajo, la mano de obra, y buscamos donaciones de pochoclos, golosinas, decoraciones. Todo suma”.
La idea es repartir las donaciones entre agosto y septiembre, ya que muchas instituciones celebran en diferentes fechas. Alejo y María José coordinan todo personalmente, con el corazón puesto en cada detalle.
Todo aquel que desee colaborar puede comunicarse directamente con Alejo. Ya sea con insumos, golosinas, decoraciones o transporte, cada aporte cuenta para que más chicos puedan vivir la magia de un Día del Niño inolvidable.
El contacto directo con Alejo es a través de su teléfono 3878509417, o su Facebook: Alejo Zendron.
“El Rincón Dulce” es mucho más que un carrito de golosinas y un servicio de mesa dulce para cumpleaños. Es la muestra de que, cuando se combina esfuerzo, empatía y una pizca de azúcar, se puede transformar la vida de muchos. Porque como dice Alejo: "Lo hacemos con amor, y con eso basta para ver sonrisas que no se olvidan".
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