El hidromiel es una bebida alcohólica hecha a base de miel de abeja, producto responsable del proceso de alcoholización y gasificado. Heredada de la cultura nórdica, también presente en la cultura maya, fue tal vez uno de los primeros fermentos de alcohol que tomó el ser humano y que hoy se abre paso en Salta, en los paladares ávidos de nuevos sabores de la mano de los emprendedores locales.
“Esto se produce por el fermento de la miel, así como en el vino es la uva, en el fernet son las hierbas, la cerveza es la cebada y el lúpulo, en el hidromiel la base de todo es la miel de abeja”, comentó a IN Salta Rodrigo López, dueño de Kamayuk.
El emprendimiento, nacido en pandemia, fue el único de la provincia por meses, pero ahora el mercado se abrió y hay lugar para más de las mismas características.
“Yo empecé siendo el único que producía hidromiel para la venta, después empezaron a salir otros productores. Están los chicos de la Escuela Técnica de Vaqueros, por ejemplo, que fueron noticia porque están comercializando y después la gente de una cervecería también lo está haciendo. La verdad, no me molesta la competencia, está bueno”, aseguró.
El emprendedor recordó que el proyecto nació en época de pandemia. “Me acuerdo de que no se podía hacer nada en esa época. Yo estaba en casa leyendo y aprendiendo un poco y apenas empezamos a salir por terminación de DNI, arranqué a comprar algunas cosas para probar y experimentar. Me di con algo muy bueno”, recordó.
“Yo no conocía el hidromiel y como estaba curioso leyendo sobre la cultura germana del medioevo en un principio pensé que era algún remedio y después me puse a investigar y a ver recetas. Resultó una bebida muy diferente a otras, muy distinta a lo que estamos acostumbrados”, agregó.
En Salta en un principio fue difícil por tratarse de una bebida nueva y había que difundirla en el mercado. Rodrigo planea expandir su mercado progresivamente más allá de la ciudad de Salta. Su producto ya se vende en bares y vinerías de la provincia. “Mi idea es que siga creciendo porque sigue siendo un negocio muy chico, aumentar las ventas y mandarlo a otras provincias”, compartió.
“Mis amigos preguntaban qué era, de qué se trataba y de a poquito empezaron a agarrarle gusto. Obviamente no se vendía tanto, pero ya la gente le empezó a agarrar el gusto, ya conoce más, está dispuesta a probar cosas nuevas. Estos últimos meses estuve haciendo nuevos sabores de temporada”, dijo.
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