Los empresarios de la construcción del NOA miran el 2023 con cautela, y apuestan a las obras privadas

Así lo confirmó el último Estudio de Opinión del Grupo Construya, que encontró bajo nivel de optimismo entre empresarios y profesionales de cara al año que viene.

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El Grupo Construya, que reúne a las principales empresas nacionales de producción y distribución de materiales para la construcción, realizó un nuevo Estudio de Opinión Construya para identificar las ventajas y dificultades, entre otras variables, de los distintos integrantes de la cadena de valor de la construcción. Y en la región NOA (Salta, Jujuy, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca y La Rioja), casi en sintonía con lo que ocurre a nivel nacional, el 22% de los participantes cree que la actividad aumentará durante 2023, lo que representa una disminución de 5 puntos con respecto a la encuesta anterior. El 32% opinó que la actividad mantendrá su nivel el año próximo, 15 puntos menor a abril. En tanto, quienes tienen una expectativa pesimista y piensan que la actividad disminuirá son el 43% de los participantes; esto es 10 puntos menos que en la última medición de este año. A nivel nacional, el 37% de los participantes cree que la actividad se sostendrá durante 2023 y el 16% opina que mejorará. En tanto el 45% consideró que la actividad bajará.

La cantidad de entrevistados que esperan un menor nivel de actividad y que se mantenga en los próximos doce meses fueron similares en todas las regiones. Aquellos que realizan operaciones en Patagonia, NOA y NEA fueron los más optimistas sobre el futuro, con 32%, 22% y 17% del total, respectivamente.  Le siguen el Centro con el 16% y Buenos Aires con el 14%. Último se encuentra Cuyo, en donde sólo el 13% consideró que su actividad mejorará en un año.

Analizando por sector, entre las empresas constructoras, inmobiliarias y maestros mayores de obra se registraron las respuestas positivas más elevadas, todas ellas con el 23% del total de cada actividad. En los demás casos, exhibieron un 20% los desarrolladores, 17% arquitectos e ingenieros y 10% los distribuidores de materiales.

De hecho, las distribuidoras de materiales fueron las más pesimistas dado que el 59% manifiesta que su actividad decrecerá en los próximos doce meses. Fueron seguidas por los maestros mayores de obra, entre los cuales 52% informó que espera una contracción. Detrás se ubicaron los desarrolladores (41%), las constructoras (38%), ingenieros (37%), arquitectos (37%) e inmobiliarias (37%).

Importancia de la inversión privada

Las respuestas pueden tener sus matices de acuerdo con la región y el sector a los que pertenezcan los participantes. Sin embargo, hay un indicador que atraviesa el país y los sectores. Consultados sobre qué segmento impulsa actualmente la demanda de su negocio, la gran mayoría de las respuestas se inclinan por el sector privado.

Según el 56% de los encuestados, son las obras privadas nuevas medianas y pequeñas las que empujan hacia adelante la actividad de casi todos los eslabones de la cadena. Incluso, este tipo de obras privadas fueron las más relevantes en todas las regiones. En la región de NOA, particularmente, representaron un 49% de la demanda.

En segundo lugar, se mantuvieron las refacciones y ampliaciones (25%), que también se replicó en todas las regiones (35% del total de NOA). Por su parte, las obras privadas grandes fueron seleccionadas por 10% del total. Las obras públicas (viviendas, escuelas, hospitales, etc.) solamente representan al 9% restante. De esta manera, como ocurrió en ediciones anteriores, el sector reafirma la importancia que tiene la actividad privada como sostén de su actividad.

Facilitadores y dificultades

Una vez más, por amplia diferencia, la construcción como refugio de valor se posiciona como el principal impulsor del negocio para todos los eslabones de la cadena de valor. Para ser precisos, el 47% de los encuestados, 4 puntos más que en abril, eligió esta opción ante esta pregunta de respuestas múltiples.

De igual manera, la disminución del precio del metro cuadrado en dólares –el segundo facilitador para inmobiliarias, desarrolladores e ingenieros– vuelve a perder relevancia al ser elegido sólo por el 17%.

En cuanto a las dificultades que presentan un freno a la actividad, la incertidumbre cambiaria recuperó el primer lugar con 27% del total, siendo la más importante para desarrolladores, constructores, distribuidores de materiales, inmobiliarias y maestros mayores de obras. El segundo lugar lo comparten el mayor costo de construcción y la menor disponibilidad de financiamiento, ambas con 20% del total.

La construcción como inversión

Finalmente, la construcción sigue destacándose como el mejor método de ahorro actual, con 42% del total de respuestas, 3% menos en comparación con el estudio anterior. Por esta razón, 76% de los encuestados respondió que, debido al bajo costo de construcción en dólares y teniendo la posibilidad, invertiría en el rubro puesto a que es un buen momento para ello. No obstante, más de la mitad, 54% del total, opina que la ley de blanqueo de capitales vigente (Ley 27.679) no tendrá impacto alguno.

Análisis de los últimos 12 meses

El NOA fue una de las regiones que presentaron la mayor cantidad de entrevistados que notaron una caída en su actividad, con el 49% del total de los participantes. El 35% indicó que su actividad se sostuvo y 16% del total lograron incrementar sus operaciones en los últimos doce meses.

Si bien aumentó la proporción de encuestados a nivel nacional que vieron caer su actividad en relación con un año atrás (de 36% a 40%), el porcentaje de la región es superior al del todo el país. Además, lo contrario ocurre con aquellos que aumentaron su actividad: 21% de los entrevistados a nivel nacional lograron incrementar sus operaciones en los últimos doce meses. Por lo tanto, solamente el dato de quienes mantuvieron su nivel de actividad se alinea con el porcentaje nacional (37%).

La Patagonia resultó ser la única región en la que la proporción de participantes que advirtieron un crecimiento superó a la de quienes señalaron una caída (36% vs. 29%). El 36% restante consideró que su actividad se mantuvo sin cambios.

De acuerdo con los sectores, las inmobiliarias siguen registrando las respuestas más pesimistas. Pero, en esta edición, el 62% de abril bajó al 54%. Por otro lado, las constructoras (28%), los distribuidores de materiales (27%), los maestros mayores de obras (26%) e ingenieros (23%) fueron los más positivos sobre el último año al acatar que su actividad mejoró. De este modo, con respecto a la encuesta anterior, las primeras se incorporaron a este grupo, las distribuidoras de materiales se mantienen y tanto los ingenieros como los maestros mayores de obras disminuyeron sus porcentajes (de 31% a 23% y de 29% a 26%, respectivamente).

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