Federico Altobelli, de la bodega Familia Altobelli: “Para hacer vino hay que tener pasión”  

La familia Altobelli sabe de vinos, sabe de producción en altura, pero fundamentalmente de pasión; la que los llevó a sortear obstáculos y a buscar un posicionamiento cada vez mayor de sus productos.  

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Federico Altobelli y su familia son apasionados de la cultura vitivinícola de altura. Esa pasión es el elemento más importante para seguir produciendo en contextos de crisis, pandemia y falta de insumos; pero también de posicionamiento a nivel mundial y de programas para que el propio salteño tenga en valor a sus vinos de altura.  

“Quien no tiene pasión para el vino fracasa, porque esta es una empresa que no es fácil.  Nosotros somos una bodega boutique, pequeña, una bodega familiar en la que estamos mi esposa y yo, y juntos estamos en esta aventura que tiene sus desafíos, y que los podés sortear, podés sortear cualquier cosa, menos la falta de pasión”, sentenció.  

El nivel de producción de uvas en este año ha sido muy buena, hubo cosechas muy interesantes, rendimientos muy buenos, pero a nivel ventas, todo fue más duro.  

“Si bien hay muchas opiniones en el propio territorio salteño sobre los vinos provinciales, la venta se vio afectada que por muchos factores. La gente ha ido bajando las posibilidades de compra y el vino salteño se vio afectado porque el vino mendocino es mucho más industrializado, maneja otros valores. Hoy estamos atravesando una situación complicada”, reconoció.  

“Esto ocurrió fundamentalmente porque le vendíamos gran parte de nuestra producción al turismo y, al entrar en restricción este rubro, venimos de tiempos difíciles. Ahora, con el regreso, esperamos retomar las ventas. Entonces migran los volúmenes hacia otros lugares, con lo cual el 30% de lo producido queda en Salta y el 70% sale de la provincia”, detalló.  

Otro de los problemas que los afecta es la falta de insumos. “Ninguno de nuestros insumos están en la provincia. Todos los tenés que conseguir en Mendoza, en Rosario. Hoy la gran mayoría de las bodegas salteñas tenemos el problema de que no conseguimos botellas y tenemos una sola empresa en la Argentina que es la fabricante. A esto se suma el costo de los fletes”, lamentó.  

Una gran diferencia la marca la materia prima, única a nivel mundial y con la cual “se hace un gran esfuerzo para mantener los precios y que todos los que fabricamos vinos podamos acceder al producto. De esta forma logramos un vino de calidad, hoy requerido y reconocido por más de 30 países a nivel mundial. Sabemos de la calidad de nuestra producción y el mundo también lo está viendo”, evaluó.  

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