Andrea Issa: "Yo no quiero ser igual a ningún hombre, quiero ser par"

Con una destacada experiencia en el mundo de las industrias de la construcción, Andrea Issa sostiene que la actitud de la mujer es clave para ganar espacios.

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Andrea Issa llegó a coordinar grupos de trabajo de 150 personas en la empresa familiar AGI Construcciones. El rubro de la construcción, históricamente de hombres, fue el espacio donde se desarrolló y creció profesionalmente. “Estudié la carrera de Ingeniería en Construcciones, pero por temas familiares no pude terminar. Entonces comencé a trabajar en la dirección del Hotel Provincial hasta 1997, año en el que formamos la constructora y venta de hormigón AGI Construcciones con mi hermano. También tenemos una pequeña finca en Cachi, donde producimos vinos de altura y recibimos turistas”, recordó Andrea.

Pero por supuesto, de espíritu inquieto, esta mujer que toma decisiones, sigue emprendiendo. “Ahora estoy con un emprendimiento de edificios y ventas de ascensores y montavehículos”. Con todo lo vivido, y tras haber superado distintas etapas, hoy celebra que hay una mujer a cargo de la Presidencia de la Unión Industrial de Salta, con lo cual considera que “el único límite nos lo ponemos nosotras mismas”.



-          ¿Cuál considera que es hoy la situación de las mujeres?

-          Hubo una evolución en la cantidad de chicas que se fueron incluyendo a distintas actividades. Cuando yo iba a la universidad, en la única carrera donde sobraban las mujeres eran Letras y Filosofía. También había algunas en Ciencias Económicas, pero muy pocas en Ingeniería. Imaginate la cantidad de chistes machistas que escuché; pero no tenían maldad, era algo natural. En el sector de la construcción solo un 20 % estaba en manos de las mujeres. En obra no había ninguna. Pero eso nunca me impidió negociar, presidir instituciones o entrar a una obra sin problemas. Nunca nadie me faltó el respeto ni me trató de menos.

-          ¿Qué pueden hacer las mujeres para ampliar su participación?

-          Lo principal es actitud. Por supuesto que siempre hay un tarado de turno, no te quepa duda. Pero si vos me preguntas, yo no sentí que se me impidiera participar. Incluso con 25 años negocie con Barrionuevo y los popes del sindicalismo. No sé si me daban la razón porque la tenía o porque era la más chica; pero conseguía lo que necesitaba. La mujer debe ponerse las pilas y pararse ante la situación. Yo llegué a tomar a dos mujeres camioneras, y ahí si reconozco que los maridos no las dejaron seguir por el contacto con hombres en el trabajo, fue la única situación que viví de cerca. También es clave hacer hincapié en la formación para los distintos cargos.



-          ¿Es posible la igualdad real entre hombres y mujeres?

-          Yo no quiero ser igual a ningún hombre, quiero ser par. Prefiero hablar de paridad de hombres y mujeres. Los dos somos igual de inteligentes y capaces. Si nos diéramos cuenta que somos la yunta perfecta, estamos hechos para complementarnos. La mujer tiene una estructura mental que no tiene el hombre y él por lo contrario aporta el físico y también su mentalidad que es distinta.  Tenemos que ser equipo y así no existiría esta pelea de mujeres y varones.

-          ¿Cómo está el sector industrial actualmente y cuál es su visión a futuro?

-          Yo creo que está afectado como todo en el país. Hay que cambiar las condiciones que impone Argentina y no creo que sea solo el costo laboral. Hay millones de cosas a cambiar antes, que harían grande a este país como tiene que ser.

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