La historia se inició cuando María Eugenia de los Ríos Figueroa, observaba a su hijo ordenar cuidadosamente sus juguetes en distintas cajitas. “AlegriPirina nace el año pasado, en medio de la pandemia, yo tengo un hijo con desafíos, tiene TDH. Y él guardaba sus legos en diferentes cajitas. Por otra parte como tengo en total tengo tres hijos, siempre había golosinas en casa, comprábamos en el súper, o porque la abuela traía de regalo. Él las colocaba en esas cajitas de diferentes tamaños y se nos ocurrió hacer exactamente eso”.
Junto a su familia, la emprendedora se puso manos a la obra y comenzó a colocar golosinas en distintas cajitas, dividirlas por colores, sabores, formas. Al mismo tiempo comenzó a introducirse al gran mundo de las golosinas que es muy amplio en Argentina y al que se sumaron productos internacionales de España, Turquía y de otros lugares que llegaban hasta el año pasado. Además, por cuestiones de salud, Eugenia y su hijo viajan con frecuencia a Buenos Aires y uno de los paseos más esperados es la recorrida por el Barrio Chino para traer las golosinas más novedosas.
“Entre nuestros objetivos también está la idea de poder ver los medicamentos de una manera distinta, algo más divertido. Con esta dinámica las pastillas se ven diferente. Las golosinas, los caramelos o los medicamentos pueden alegrarnos, pueden ayudarnos a cambiar emociones o sentimientos por los que atravesamos en la vida, sean positivos o negativos”, compartió Eugenia con la convicción de que lo dulce siempre está presente y las emociones están asociadas a las cosas ricas.
Hoy disfrutan de la propuesta de AlegriPirina un público muy variado, desde pequeños hasta adultos y abuelos. Estos productos se distribuyen a lo largo y ancho del país. “Tenemos cinco puntos de ventas y además enviamos productos desde Jujuy hasta Ushuaia. A la gente le gusta mucho probar nuevos sabores, texturas. Llaman mucho la atención las formas, son productos que no se consiguen en los kioscos”.
El plus en la propuesta de esta emprendedora es que cada envase es reutilizable, por ejemplo los pastilleros con golosinas (el producto más vendido), luego se transforman en alhajero, costurero, o lo que cada cliente quiera.
Con un balance muy positivo del primer año de vida, el destino de AlegriPirina está bien encaminado, y las expectativas son de crecimiento, endulzando la vida de cada uno de sus clientes.
Estas novedosas propuestas se pueden conseguir en las dos sucursales del Almacén Emprendedor (Centro calle Puló 33 o San Lorenzo Chico Finca Buena) o a través de las redes sociales AlegriPirina.
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