La otrora floreciente industria azucarera salteña pasa por su peor momento. El anuncio del cierre del ingenio San Isidro, en Campo Santo; y el despido del 10% de la planta laboral del ingenio San Martín del Tabacal, en el norte provincial, revelan la profundidad de la crisis que vive el sector, y que afecta sensiblemente no sólo a los trabajadores afectados, sino a toda la comunidad en la que ambas empresas desarrollan su actividad.
La semana que hoy comienza tendrá seguramente definiciones sobre ambos conflictos. En el caso del San Isidro, el próximo miércoles tendrá lugar la primera reunión convocada por el Ministerio de Trabajo de la Nación para escuchar las posiciones del Grupo Gloria, propietario del ingenio; y del Sindicato local del Azúcar. Allí los empresarios detallarán los alcances de su presentación para poner en marcha un Procedimiento Preventivo de Crisis que incluye dejar en la calle a 730 trabajadores; mientras que los representantes de los trabajadores expondrán el impacto que la medida tendría entre sus afiliados, el pueblo de Campo Santo y todo el departamento General Güemes.
Anticipando esa reunión, el pasado viernes la ministra de Producción, Trabajo y Desarrollo Sustentable, Paula Bibini, junto al coordinador de Trabajo, Arturo Torino y al secretario de Trabajo y Empleo, Alfredo Batule, mantuvieron un encuentro con el secretario General del Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar Ingenio San Isidro (Soeasi), Mariano Cuenca. Allí dialogaron sobre la convocatoria del Ministerio de Trabajo y sus alcances. Bibini sostuvo que “junto al gobernador Urtubey estamos trabajando para que entre las partes lleguen a un acuerdo sobre una problemática que no solo afecta a más de 700 familias sino a toda una economía regional”. Y agregó que “el gobernador fue muy claro, para nosotros es importante garantizar que el ingenio continúe con su funcionamiento, pero lógicamente no podemos obligar a los empresarios a que hagan algo que no quieren hacer, lo que si estamos apelando a la buena voluntad de la firma. También de los trabajadores para garantizar que si no es voluntad de este grupo económico, que se pueda transferir a otro para que puedan trabajar y no se pierdan las fuentes laborales”.
Respecto de Tabacal, tras el anuncio del pasado viernes de que iba a desprenderse del 10% de su fuerza laboral, el pasado sábado la empresa concretó el envío de telegramas de despido a alrededor de 180 trabajadores. El mismo viernes se realizó una asamblea del personal que determinó –en forma unánime- convocar a un paro general sin asistencia a los lugares de trabajo por tiempo indeterminado; el que comenzó a cumplirse a partir de las 21 de ese mismo día. La Comisión Directiva del Sindicato Trabajadores del Azúcar del ingenio san Martín del Tabacal, emitió además un comunicado exigiendo la reincorporación de todos los trabajadores despedidos.
Frente a este escenario, se espera para esta semana que el Gobierno de la Provincia convoque a ambas partes al diálogo en busca de destrabar la crisis. Cabe recordar que Tabacal es el mayor empleador de la provincia, con casi 2.000 trabajadores permanentes y casi 3.000 en la temporada de zafra.
La preocupación oficial pasa hoy por evitar que la crisis de los ingenios no se extienda a otras actividades productivas. Sabido es que el granizo y otras contingencias climáticas ya generaron más de 1.000 despidos en la producción tabacalera; y la producción de granos parece encaminado a tener un mal año por la falta de lluvias en la zona de Anta. Sin dudas, un escenario complejo que cualquier gobernante preferiría evitar.
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