Desafíos como los que plantea la pandemia del coronavirus invitan a actuar con urgencia. Por eso, apenas días después de dar a conocer los ganadores de la 13ª edición del Concurso de Agua, que premió a tres proyectos que van a mejorar el acceso a este recurso en comunidades y pueblos originarios de nuestra región, Coca-Cola Argentina, Arca Continental y la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA) volvieron a unir fuerzas para una acción especial: seleccionaron a otras cinco iniciativas que buscarán mitigar, específicamente, el impacto del COVID-19 en los sectores más relegados de nuestro país y, por lo tanto, más expuestos a las consecuencias del virus. Y Una de esas cinco iniciativas contempla a la provincia de Salta.
“Para una organización de conservación y desarrollo sustentable como Vida Silvestre es imposible pensar en trabajar en estos temas sin tener en cuenta a la gente”, explicó Manuel Jaramillo, director General de FVSA. “Por eso, cuando Coca-Cola nos propuso colaborar con las personas que se encuentran en situaciones tan vulnerables frente a la pandemia dijimos inmediatamente que sí. Celebramos y promovemos activamente este tipo de iniciativas”, amplió.
Este nuevo proyecto en común puso a disposición un total de 6.750.000 pesos aportados por la Fundación Coca-Cola, para financiar cinco proyectos que ya comenzaron a tomar forma en ciudades y pequeñas comunidades de ocho provincias argentinas. Como no hay tiempo que perder, uno de los criterios de la convocatoria fue apoyar iniciativas de organizaciones que trabajen sobre aspectos sanitarios y que ya hubieran ganado alguna vez el Concurso de Agua, una garantía de confianza para los organizadores, que ya conocen sus metodologías de trabajo. “Para minimizar los tiempos, decidimos apoyarnos en organizaciones que trabajan en territorios donde existen poblaciones vulnerables y que ya sabemos que están en condiciones administrativas de recibir financiamiento. Con todo esto, nos aseguramos de que el aporte será utilizado de la mejor manera posible”, indicó Manuel. Y agregó: “Son fondos de emergencia y tienen que ser aplicados con la menor burocracia posible”.
El primero de los proyectos seleccionados beneficia a Fundapaz, una ONG que ganó dos veces el Concurso del Agua y que ahora buscará alcanzar a por lo menos 10.000 personas con un proyecto de abastecimiento y apoyo a comunidades campesinas e indígenas de localidades de Salta, Jujuy, Santa Fe y Santiago del Estero. Además de entregarles 8.000 kilos de insumos básicos para sus postas sanitarias y salas de primeros auxilios (termómetros infrarrojos, alcohol en gel, jabón, desinfectantes y kits que incluyen barbijos, guantes y gafas), se realizarán 10 capacitaciones sobre conceptos de prevención e higiene a través de la gestión segura del agua.
El segundo proyecto contempla infraestructura para un hospital de día en El Impenetrable. En Chaco, a 90 kilómetros por camino de tierra del centro de salud rural quye la Fundación La Higuera lleva adelante en el paraje Las Hacheras, funciona desde hace dos meses un hospital de día donde los médicos se ocupan de casos crónicos y pacientes terminales. El aporte que recibieron servirá para adquirir material de construcción para habilitar nuevos consultorios, pero también para comprar equipamiento médico y de laboratorio, métodos de diagnóstico rápido para coronavirus, un ecógrafo móvil y materia prima para producir alimentos, entre otras necesidades urgentes.
El tercer proyecto se ubica en la Quebrada de Humahuaca, donde la Fundación EcoAndina propuso abordar la prevención sanitaria a través del refuerzo de la importancia de lavarse las manos. Para ello preparan en Jujuy unidades móviles e itinerantes que funcionan con energía solar, una marca registrada de los proyectos de la organización. Cada unidad contará con, al menos, un termotanque, pileta lavamanos, un grifo dosificador del agua y un ventilador para secarse. La idea es que circulen por puntos estratégicos de la Quebrada de Humahuaca, como mercados, ferias, plazas y paradas de colectivo.
El cuarto proyecto es de la Asociación Civil Escuela de Deportes Deportivo Maipú, que hizo foco en el sector de Pediatría del hospital Jorge Vázquez de Tres Isletas, en el centro de la provincia de Chaco (a 250 kilómetros de Resistencia). El objetivo del proyecto es acondicionar el espacio de atención infantil y mitigar el impacto de la pandemia: además de elementos básicos de seguridad sanitaria, se comprarán tubos de oxígeno, camas y hasta biombos y pintura para mejorar el aspecto del lugar.
Finalmente, aprovechando sus 60 años de experiencia en el trabajo comunitario en todo el país, el Equipo de Producción y Construcción Alternativa (EPyCA) propuso un proyecto de corte federal, que llegará al menos a 2.500 personas de Buenos Aires, Córdoba, Neuquén, Santa Fe y Santiago del Estero. Tomando como ejes los aspectos comunitarios, productivos, de enseñanza y de salud, la propuesta contempla el aporte de insumos de higiene y prevención, apoyados por servicios de concientización, contención y terapia. Y también plantea acciones estructurales para mejorar y potenciar la capacidad ya instalada en los procesos de producción de esos territorios, pensando en el impacto negativo que dejará la pandemia en las economías regionales.
Igual que ocurre con el Concurso de Agua, en este caso FVSA y Coca-Cola Argentina buscaron apoyar proyectos que cumplieran con el doble objetivo de combinar acciones de impacto inmediato con otras que serán efectivas a largo plazo, contemplando que los problemas socioeconómicos relacionados con la pandemia seguirán allí una vez que la amenaza sanitaria pase. “En situaciones como estas es difícil encontrar el equilibrio, porque las urgencias son muchas y muy grandes, pero la búsqueda siempre está orientada a dejar capacidades instaladas y que sean multipropósito“, puntualizó Mariale Álvarez, directora de Asuntos Públicos, Comunicación y Sustentabilidad de Coca-Cola Argentina.
Mariale destacó además la importancia de la articulación entre el Estado, las empresas privadas y las organizaciones de la sociedad civil para ofrecer asistencia en momentos de crisis, ya que así se pueden lograr resultados más potentes que si cada uno realiza acciones individuales: “Los planes de Gobierno suelen abarcar primero a las poblaciones más concentradas, donde tiene sentido llegar con grandes obras de ingeniería. Para los núcleos más pequeños y alejados hacen falta propuestas puntuales, mucho más artesanales y ad hoc; ahí es donde el aporte articulado entre las empresas privadas y el sector civil ofrece un complemento muy interesante, sin que ello implique la desaparición del Estado como regulador”. Y agregó: “La crisis sanitaria puso en evidencia un montón de fragilidades que ya teníamos. Ojalá sea la oportunidad para revertirlo, para plantearnos cómo queremos estructurar nuestra sociedad”.
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