Por fin, profetas en su tierra. Después de un año y medio de trabajo silencioso pero constante, Café Baritú abre las puertas de su propia cafetería en la ciudad de Salta. Este sábado en Zuviría 606 se inaugura un espacio que huele a selva, a historia y a futuro. Las puertas al público se habilitan desde el lunes.
Graciela Ortiz, la mujer detrás del proyecto, no sólo lleva adelante la comercialización del único café 100% argentino, sino que también sostiene con orgullo una historia familiar que se remonta a los años '70, cuando su padre fue parte del ambicioso plan "Salta Café". Hoy, retoma esa apuesta con pasión y perseverancia.
“Ya hace mucho tiempo que tenía la expectativa de traer café a Salta, era una deuda pendiente. El café es salteño, y había que hacerlo realidad”, contó Graciela, emocionada. “Después de abrir en Jujuy, sabíamos que el próximo paso era llegar a nuestra casa”, agregó.
La producción se realiza en las yungas del departamento Orán, más precisamente en el municipio de Aguas Blancas. Para llegar a la finca hay que cruzar el río Bermejo en chalana y caminar a pie entre el monte. Un viaje que da frutos: Café Baritú cuenta con más de 30 hectáreas de cafetos de la variedad arábiga, reconocida por su suavidad, notas a cacao, chocolate y un perfume inconfundible.
Un café con identidad
Café Baritú no es solo una bebida: es un relato. La decoración del local busca traer un pedacito de selva a la ciudad. “Le pusimos el corazón a esa confitería”, dijo Graciela. “Queríamos contar la historia del café salteño desde el ambiente, desde los sabores, desde los detalles”.
Además, hay algo que la emprendedora no se cansa de repetir: Salta es tierra cafetera. “Somos pioneros, por ubicación geográfica y por historia. Es hora de que lo volvamos a poner en valor. Tucumán y Misiones están impulsando sus proyectos cafeteros y nosotros acá en Salta todavía esperamos ese empuje estatal que nunca llegó”, lamentó.
Un proyecto que resiste
Las condiciones no fueron fáciles: pandemia, falta de gasoil para la distribución, complicaciones climáticas. “Pero nuestras debilidades se convirtieron en fortalezas”, dice Graciela. “No dependemos de nadie para producir. Somos nuestros propios abastecedores, y eso nos mantiene firmes”.
Hoy el café Baritú se vende en paquetes de cuarto y medio kilo, se comercializa sin intermediarios y llega a consumidores en Rosario, Buenos Aires, Córdoba y otras ciudades. También se puede degustar en la confitería en Jujuy, y desde ahora, en el nuevo local de Salta.
Podés seguir sus novedades y hacer pedidos a través de Instagram: @cafe_baritu_argentino_ o visitarlos en sus casas de Jujuy, en Canónigo Gorriti 291; o desde el lunes en Salta, en Zuviría 606.
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Cecilia Centini :
Excelente café!! Hermosos cafetales en las yungas de Salta. Años de esfuerzo y amorosa dedicación de Graciela Ortiz y de Adolfo Balut. Felicitaciones 👏 y Éxitos a ellos y a sus hijos que continúan con el arduo trabajo!