María José Miguelez y sus hijas Berni, Bárbara y Bianca son las integrantes de Deep Freeze, un emprendimiento que se dedica a la venta y distribución de productos congelados: panificados, tartas y granola fresca, que nació en plena pandemia.
Con respecto a este último producto, una trabajadora de la fábrica Manuka, viendo el buen desempeño del emprendimiento, la alentó a ser distribuidora en Salta.
María José es ambientadora de eventos y como muchos, en pandemia se quedó sin su fuente de ingresos. “No hubo nada de eventos hasta el 20 de noviembre, había que reinventarse y buscar qué se podía hacer, yo no podía quedarme sin hacer nada porque soy una mamá con tres hijas adolescentes”, comentó.
María José observó que había muchos emprendedores que venden productos congelados, pero muy pocos o ninguno que lo lleve a la puerta de tu casa, que reciba pedidos de WhatsApp o a través de las redes sociales como Instagram.
“Una de mis hijas está a cargo de Instagram, otra arma los pedidos y mamá es cadete, yo entrego y cobro. Esto funcionó todo el año pasado, mientras no tuve empleo, pero los tiempos cambiaron, volví a trabajar gracias a Dios de lo mío, pero ninguna de las cuatro queremos que termina Deep Freeze”, inicó.
Para seguir adelante, la organización interna se fue reestructurando siempre con la mirada en sus seguidores, “tenemos hoy una clientela fija y ahora los días de reparto son más centralizados. Nuestros clientes nos siguen porque ofrecemos un servicio personalizado, no es que le vamos a entregar y nos vamos, siempre nos quedamos a charlar, a escuchar sus necesidades y sus problemas”, agregó.
El sueño de María José es que las chicas puedan seguir con el emprendimiento, con un food truck, participando de ferias y living romos y “que la gente pueda acercarse a comprar nuestros productos”, invitó.
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