Miles de artesanos pasan momentos de real angustia en sus hogares pues su única fuente de ingresos se ve ausente ante la cuarentena por coronavirus, incluso desde días antes de que esta se haga oficial.
Sin poder comercializar sus productos, ya que incluso las ventas por internet resultan infructuosas, muchos agotaron sus últimos insumos para producir y sustentarse. Por ello, y con la ayuda de familiares y amigos comunicaron a sus delegados que están cocinando día por medio y que en los casos más extremos logran tener un solo plato de comida al día.
El problema es mucho mayor ya que se prevé que la actividad turística será de las últimas en recuperarse y los ingresos de este sector dependen casi en su totalidad del turismo nacional e internacional.
Es por eso que pasada la cuarentena obligatoria esta actividad no verá mejoras sustanciales en el corto y mediano plazo.
Por ello, los artesanos piden ser incluidos de manera inmediata en la asistencia urgente y que prevea un plan de contingencia para los meses posteriores a la pandemia.
Incluso el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), les ha sido denegado porque algunos de ellos tienen propiedad a su nombre, pero no la pueden usufructuar mientras otros son beneficiarios de algún plan social o seguro de desempleo.
Lo que solicitan de forma urgente es alimentos para los artesanos y su familia, subsidios para cubrir gastos corrientes y servicios y subsidios para la reactivación de la producción.
En diálogo con IN Salta, Mimi Tejerina, de Punto Artesanal explicó que “no nos queremos poner en los abanderados de los que peor la estamos pasando, pero estamos pasándola mal y lo que agrava la situación es que no vemos que vamos a mejorar en el corto y mediano plazo. Por eso hemos salido a pedir alimentos. Tengan en cuenta que desde el 17 de marzo y se paró toda la actividad y nosotros pertenecemos a la economía informal, popular, es decir que producimos y vendemos, lo que sale a la plaza para la venta es lo que se produce durante la semana y de ahí sacamos nuestro sustento”, detalló.
“Tenemos compañeros que están cocinando día por medio o comiendo una vez por día. Nosotros no fuimos antes a los comedores comunitarios porque con nuestros trabajos lográbamos mantenernos. Nos preocupa mucho nuestra situación y lo que pasó la última semana en donde se ha denegado el Ingreso Familiar de Emergencia por distintas razones. Algunos artesanos figuran como propietarios de dos terrenos, pero resulta que son los padres los dueños de vivienda con usufructo de por vida, es decir que no disponemos de otra propiedad para venderla o salir a comer. Otros cobraron el seguro de desempleo, que son 5 mil pesos y así se han ido dando un montón de situaciones que nos han hecho preocupar”, lamentó.
Sobre esta cuestión amplió que “algunos son monotributistas sociales, es decir que no tienen cuentas bancarias para la IFE y nos llaman diciendo que ya no tienen que comer. Incluso si llegaran a salir beneficiados, cobrarían los 10 mil pesos en mayo, y esta gente necesita comer hoy”.
Con este panorama, “muchos, en la desesperación, se armaron páginas para vender sus productos pero esto no funciona porque nadie te compra un arito para estar en cuarentena”.
“Intentamos activar y pensar alternativas agropecuarias como plantar semillas y tener verduras para comer, para lo cual necesitamos subsidios y ayuda del INTA para que nos provea las semillas”.
“Hace 25 años que vivo de lo que vendo y esta es la realidad que estamos viviendo hoy. Para colmo nos dicen que solo tenemos que presentar el listado de artesanos de Salta Capital, pero en Quijano, Iruya, la Garganta del diablo, muchos pueblos del interior viven de la venta de artesanías y no saben quién los tiene que ayudar”, concluyó.
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