La cantidad de casos por estrés laboral, más conocido como burnout, se ha incrementado considerablemente en el país y en el mundo. La situación económica, las presiones en el trabajo, la desorganización, son solo tres razones que pueden llevar a los empleados a sufrir este padecimiento que se puede prevenir siempre y cuando informen la situación.
Los estudios afirman que en Argentina aproximadamente el 80% de los trabajadores lo sufren, dato que marca una tendencia que preocupa ya que puede desencadenar otras dificultades para la salud.
Como la situación afecta a todos los países, este año la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió incorporarla como una padecimiento laboral dentro de la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades, con el fin de generar conciencia del mismo.
Pero, ¿qué es el burnout?
El burnout es una forma inadecuada de afrontar el estrés crónico, cuyos rasgos principales son el agotamiento emocional, despersonalización y disminución del desempeño personal. Bloqueo mental constante, insatisfacción, inseguridad, desmotivación, falta de energía, sensación de ineficacia, cansancio emocional y físico, son algunos de los síntomas que padecen muchos trabajadores hoy en el mundo.
El exceso de las tareas, la mala organización, el trabajar sin pausas y la falta de motivación son solo algunas de las situaciones estresantes que se dan en el entorno laboral.
“El estrés ocurre cuando las demandas del entorno laboral superan a nuestros recursos de afrontamiento. Aquí lo que sucede es un desequilibrio entre el nivel de dificultad de una tarea concreta y nuestra capacidad para resolverla, lo que da espacio al desgaste mental y físico”, afirmó la especialista Liliana Moroni, coordinadora del Equipo Psicopatología del Centro Médico Fitz Roy.
El burnout se puede anticipar y prevenir. Para esto es importante que los trabajadores informen situaciones de agotamiento extremo a los superiores y que puedan brindarse momentos de desconexión de sus tareas laborales.
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