Desde todos los sectores alzan la voz aunque saben que nadie los escucha y que la solución a la falta de gasoil está muy lejos. De más está decir que esta crisis se sumó a las dificultades que venían sorteando las economías regionales y que seguir produciendo es cada vez más difícil.
En Salta y en la región la escasez comenzó a sentirse hace tres meses. Y a pesar de las denuncias que salieron con insistencia desde el norte argentino la situación empeoró para todos: hoy solo una provincia no tiene el problema. Las autoridades no escucharon.
Los estacioneros de la provincia siguen con preocupación las últimas noticias y aseguran que la situación de los grandes centros urbanos solo traerá más problemas.
En diálogo con IN Salta, el presidente de la Cámara de Expendedores de Combustibles de Salta, Manuel Pérez, dijo que es “lo de siempre, en la ciudad se cubre el faltante con la cantidad de estaciones de servicios que tenemos, pero en el interior la situación es más grave”, advirtió.
En las estaciones no es raro por estos días ver las mangueras cruzadas porque tampoco hay naftas. Esto porque el paro de transportistas y piquetes demoran la llegada de los camiones repositores, lo que incluso pone en peligro las fuentes laborales ya que se considera la suspensión temporal de trabajadores.
La situación
Los estacioneros resisten en este escenario, pero la tensión es notable hasta en la planta de trabajadores.
“No hubo cierre de estaciones, ni vacaciones, ni despidos. Claramente estamos en una situación en donde somos empresas y vendemos. Ahora, si no tenés nada para vender, es insostenible tener a diez personas mirándose la cara. Hemos recibido consultas sobre la posibilidad de suspender empleados si es que esta situación se sostiene en el tiempo”, advirtió Pérez.
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