En el primer día del regreso de la Fase 1 de Aislamiento social, preventivo y obligatorio, los comerciantes hicieron oír sus voces contra las medidas provinciales y la asistencia anunciada, a la que consideran tardía e incierta.
“Somos un grupo de comerciantes unidos autoconvocados, porque no nos sentimos representados por la Cámara y decidimos representarnos a nosotros mismos en la mesa de decisiones provincial. Somos más de 1.000 los adheridos” comentó Carol Ramos a IN Salta.
Consultada por el funcionamiento del comercio, aclaró que “no hemos trabajado nada, todos estuvimos en nuestros puestos de trabajo, pero no abrimos al público. Estuvimos produciendo a puertas cerradas para hacer algo, pero en realidad terminamos haciendo poco y nada porque no estábamos preparados para estas medidas. Han sido decisiones repentinas y nos encontraron sin un eficiente sistema de delivery y además sin poder habilitar los permisos para nuestros empleados”, reclamó.
Ramos aclaró que “lo único que hicimos fue trabajar a puertas cerradas, sin infringir ningún tipo de normas, porque no somos unos rebeldes contra las medidas del COE. Solo somos salteños que queremos trabajar. Es por eso que un grupo de personas, algunos abogados y otros se ofrecieron para asesorarlos en caso de que los quieran clausurar de forma irregular”, aclaró.
“El día de hoy fue de desánimo y nos quedamos a la espera de que el gobernador nos llame por teléfonos para sentarnos a hablar, que nos haga efectivos los beneficios que prometió, que no nos corten los servicios y por supuesto, que no nos cobren impuestos mientras no estemos funcionando”, exhortó.
Sin embargo y pese a todas las restricciones, muchos comerciantes del centro salteño optaron por abrir sus puertas. “Abrimos para comer”, es el reclamo desesperado que se esparció por las redes.
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