Lhaka: la textil wichí que le da pelea a la desnutrición y la marginalidad con trabajo 

“Trabajo, industria, dignidad”, esas palabras del cacique wichí, Dino Salas, atravesaron como flecha a los funcionarios y empresarios que relevaban sus necesidades. Son las palabras que dieron origen a LHAKA y a una historia que recién inicia.  

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“El consumo ético tiene el poder de cambiar y de mejorar el mundo. Cuando compramos un producto estamos votando el tipo de mundo que queremos”, proponen desde Lhaka, la primera marca industrial Wichi que genera dignidad a través del trabajo en el Chaco Salteño. “Lhaka”, en lengua wichi significa “Nuestro”. 


Trabajan el norte de Salta donde la pobreza, la desnutrición y la marginalidad se reflejan en los índices de necesidades básicas insatisfechas, que son de los más altos de la Argentina. Con capacitación y trabajo superan prejuicios culturales para poner en marcha una verdadera industria textil que genera puestos de trabajo para 33 familias wichi y beneficios para toda la comunidad. 

“Le dieron oportunidades a muchas mujeres y jóvenes que no tenían ninguna opción de capacitarse y de trabajar. Es algo nunca visto, porque acá no hay trabajo. Muchos van a ayudar a comunidades pero a los 6 meses fracasan. El que está en el chaco sabe que casi todas esas ayudas no funcionan. Pero esto es otra cosa, porque funciona”, contó a Insalta, la dirigente wichí Dorita Fernández.

Prendas con sentido 

Lhaka es una cooperativa que no busca rentabilidad, sino generar trabajo. Todos los ingresos de la cooperativa se destinan al producto y a las manos que hacen las prendas. 

Son atributos de la marca: Básicos con alta calidad en sus telas y moldería; consumo ético + trazabilidad + innovación. Estas prendas “con sentido” son impacto positivo en economía, sociedad y ambiente .

La ropa se vende en toda la Argentina y compite con primeras marcas nacionales y extranjeras. Sin embargo, en un mercado tan competitivo demostraron que pueden trabajar de igual a igual, generando un aporte social, con impacto económico, comunitario, ambiental, de innovación y cultural. 

Trabajo y dignidad 

Desde hace cinco años, la Fundación Molino Cañuelas, presidida por Aldo Navilli, trabaja en la comunidad San Ignacio, en el marco de su programa de Responsabilidad Social Empresarial “Molino Cañuelas Wichí”. 

El proyecto, liderado por la Lic. En Trabajo Social, Catalina Rojas, al frente de un equipo interdisciplinario de profesionales, trabaja con presencia permanente en la comunidad, en áreas como salud, nutrición, educación, educación sanitaria, desarrollo social y comunitario. 

Como ocurre con la mayoría de las comunidades, en San Ignacio se vivía en condiciones de postergación, marginalidad y exclusión. Sin trabajo, y sin acceso –o con acceso limitado- al alimento, vivienda, abrigo, salud, educación, capacitación. 

Esta labor permitió iniciar la segunda etapa del programa: desarrollo de un taller textil dentro de la comunidad, que funciona como una cooperativa con el apoyo y asesoramiento de la fundación. Así nació la indumentaria “Lhaka” (que en lengua wichi significa “nuestro”) y que hoy es motivo de orgullo para toda la comunidad. 

Lhaka se vende en tiendas de varios puntos del país, y actualmente está produciendo para supermercados mayoristas.


Es importante destacar que las marcas Vitamina y Uma diseñan las colecciones de Lhaka y capacitan a sus miembros.  

Nuestra sugerencia, pasen por https://lhaka.com.ar, y compren. Es un aporte sencillo y contundente a la dignidad de la comunidad wichi.

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