Mujeres wichi se empoderan con el chaguar: el proyecto “Aquí estamos, siempre estamos” ganó reconocimiento internacional

“Olhamel oikana, hanej ta olhamel oikana” es el nombre en lengua wichi del emprendimiento que reúne a un centenar de emprendedoras del Chaco salteño. El reconocimiento del Fondo Mundial de Medio Ambiente les abrirá oportunidades.

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El chaguar es la materia prima de un centenar de mujeres wichi de comunidades del norte provincial y motor del emprendimiento “Olhamel oikana, hanej ta olhamel oikana”, la unidad de negocio de plantación y cultivo responsable de la fundación Con los Pies en la Tierra”. La propuesta fue reconocida por el Fondo Mundial del Medio Ambiente.

“Olhamel oikana, hanej ta olhamel oikana” significa en castellano “Aquí estamos, siempre estamos”. Aldana Miño, psicóloga a cargo de Procesos Comunitarios Organizativos y técnica territorial de la Fundación Gran Chaco, comentó a IN Salta que este proceso organizativo de mujeres indígenas wichí artesanas se puso en marcha “porque ellas tenían la técnica y los recursos pero les faltaba la gestión organizativa”.

La fundación postuló el proyecto al programa de Pequeñas Donaciones del Fondo Mundial de Medio Ambiente esperando que las mujeres artesanas alcancen la autonomía económica y el acceso a otros tantos derechos con lo que saben hacer, en su propia tierra.

Ellas viven en El Artesano, Quince Viviendas, Ranchito, La Curvita, 20 Hectáreas y Kilómetro 92. Las comunidades están ubicadas en Los Blancos, departamento Rivadavia, en pleno Chaco salteño. Con el reconocimiento del programa internacional podrán fortalecer los procesos productivos con el manejo del cultivo sustentable de chaguar, acceder de manera más fácil a la materia prima y tenerla al alcance ya que hoy recorren cientos de kilómetros para recoger las plantas con las que fabrican sus artesanías.

“Son plantas con espinas con las que deben andar grandes distancias; ellas realizan un trabajo enorme también con el desfibrado, el hilo al que tienen que teñir con pigmentos naturales de raíces de árboles. Así, una yisca (por ejemplo) puede tardar un mes en llegar al mercado”, explica Miño.

La técnicainformó que el proyecto fue presentado para fortalecer a las mujeres indígenas y “que de ellas emerja un nuevo ser social: la mujer indígena como emprendedora. A través de la producción sustentable de chaguar buscamos generar un valor económico, cultural, social y ambiental en un trabajo en red”.  

El reconocimiento y el impulso económico ganado, les permitirá seguir fortaleciendo el proyecto que básicamente reconoce la labor de las mujeres. “La cuestión de  género no es menor porque Salta está en situación de emergencia por violencia de género y es una situación que encuentra en mayor vulnerabilidad a las mujeres de zonas rurales”, alerta. 

Los planes de la Fundación son en el corto plazo impulsar el cultivo del chaguar en zonas más cercanas a las comunidades y fortalecer el proceso de comercialización a través de la Cooperativa de Mujeres Artesanas del Gran Chaco (COMAR) para que los productos hallen un camino de ventas más regular.  

Capacitar a las artesanas también está en los planes, un paso necesario para que las artesanas perfeccionen sus productos y cuando eso se logre tendrán la posibilidad de asociarse a esta red que contiene a una red de 23 asociaciones de mujeres artesanas Wichi, Qom y Pilagá del Gran Chaco.

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