Adriana Salvador es contundente cuando habla del futuro de su empresa, sin rodeos, sin dudas y llena de esperanzas (más bien de certezas) nos responde, “quiero ser la opción número uno, la primera opción para mis clientes”. Quizás fue ella quien aprendió de su pequeño Filippo a desafiarse así, en grande.
Así es Sasha, un emprendimiento que nace de un hobbie, de esos que te terminan atrapando y se instalan en tu casa, en tus manos y en el alma.
“Me preparé, hice cursos de corte y confección y después estudié diseño de modas. Más tarde una amiga me invitó a hacer talleres de carteras y ¡me encantó!...empecé a hacer carteras y accesorios como hobbie”, recordó.
Renacer, reconvertirse, emprender
Si la constante es el cambio, Adriana sabe de adaptación y de renunciar a lo seguro para apostar por lo que la apasiona. Su vida ya estaba encaminada por el rubro de la estética, pero el corazón pudo más.
“El nombre de mi marca, Sasha, proviene del nombre indigena sashani que significa "renacer"... le puse ese nombre cuando decidí dedicarme de lleno a este trabajo y dejar mi ocupación anterior. Por eso mi marca tiene mi identidad, mis propios procesos, mi impronta se aprecia en los productos más allá del servicio en general”.
Cada cartera, bolso y riñorera es única y tiene mucho de su historia. Sus accesorios hablan de su vida, de su presente, pero también, definitivamente del camino emprendedor que a fuerza de talento y buena gestión la van a llevar a la meta.
Podés ver los productos en Facebook: Sasha carteras y accesorios
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