La situación respecto del consumo de carne en la provincia continúa en caída. Solo en el mes de febrero la caída fue del 9 % mientras hasta marzo se acumuló un descenso en las ventas del 16%.
“El consumo bajó un 16% y es una preocupación para todos tanto productores como comerciantes. El valor de la hacienda está por debajo de la inflación ya que aumentó un 6%. También, en la última semana hubo una disminución de la oferta que hizo subir el precio, pero queremos llevar tranquilidad que eso no se va a traducir al consumidor”, aseguró el presidente de la Sociedad Rural de Salta, Joaquín Elizalde.
La preocupación que manifiesta el referente también se la expresan los carniceros locales, “como a cualquier comercio que le bajan las ventas porque el consumidor compra menos”, explicó.
Elizalde aclaró que, pese a haber vivido un año de sequía, la producción local se sostiene y aumenta con los años. La provincia se autoabastece. Lo que se consume en Salta se produce en la provincia, aunque no todo es faenado localmente. Solo el 50% de los productos de góndola se faenan aquí, el resto llega como carne frizada.
“No estamos exentos de lo que sucede a nivel país: básicamente por una cuestión de precios, salarios, capacidad de compra. No hay dinero para llevar este producto a la mesa. Esperamos que en los próximos meses se vaya recomponiendo”, auguró.
Sus previsiones se basan en análisis económicos de especialistas que aseguran un panorama mejor en el mediano y largo plazo. “Vemos que la inflación va cediendo lentamente y esperamos ver que se acomoden los salarios”, especuló Elizalde.
En este sentido invitó a una reflexión a todos los sectores: “Es el momento para que Argentina evalúe su matriz de costos, por qué somos tan caros comparativamente con la región. La vacuna contra la aftosa vale el doble o triple que en los países vecinos, algunos insumos tienen 30% de impuestos. Estos son los momentos económicos que nos tienen que llevar a un replanteo de todo el mercado”, exhortó.
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