Seaboard planea más inversiones para hacer crecer su negocio en Salta, y no descarta incursionar en nuevas actividades

Desde hace menos de un mes la firma tiene nuevo presidente, Oscar Rojo, quien recibió luz verde de la casa matriz para avanzar en un plan de crecimiento a 10 años.

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Luego de 12 años de crecimiento y transformación de la mano de Hugo Rossi, Seaboard Energías Renovables y Alimentos, el mayor empleador privado de la provincia, inició una nueva etapa con la designación de Oscar Rojo como nuevo presidente de la compañía. 

Ingeniero industrial egresado de la UBA, de 63 años de edad y con experiencia en empresas de alimentos y del sector textil, Rojo llegó al entonces Ingenio y Refinería San Martín del Tabacal hace 17 años, para reemplazar en el área comercial a Mario Zapico. Desde ese espacio, y trabajando codo a codo con Rossi, fue uno de los artífices de la transformación de la compañía, que no sólo cambió de nombre sino que además se convirtió en un actor protagónico del negocio de los biocombustibles y la generación de bioelectricidad, apuntalada por millonarias inversiones.



En el arranque de este nuevo ciclo, Rojo le contó a IN Salta que los primeros días de gestión lo encontraron trabajando en el desafío de elaborar un Plan Estratégico para los próximos 10 años de la compañía, con la mirada puesta en seguir desarrollando los negocios actuales y abrir nuevas oportunidades de negocios, que ayuden al desarrollo de Seaboard, su gente y comunidad en la que están insertos.

“Somos una empresa en la que tenemos claro adonde vamos y qué estamos haciendo, porque elaboramos planes y los cumplimos sistemáticamente”, reflexionó el directivo. Y ante la consulta del enfoque que tendrá el nuevo Plan Estratégico sostuvo que “la decisión es mirar a la Argentina con otros ojos. Vamos a mantener y potenciar el enfoque de ser una empresa energética sustentable y amiga del medio ambiente, y al mismo tiempo vamos a buscar diversificarnos”, anticipó.

¿Diversificación en que rubros?, consultó rápidamente IN Salta. “Afortunadamente para mi, en la casa matriz encontramos una apertura muy grande y no nos pusieron ningún sesgo. Nos dieron amplia libertad para explotar la potencialidad de la región en la que opera la compañía y desarrollar nuevos negocios, siempre con una mirada de sustentabilidad”, respondió. Y pese a la insistencia del periodista, no quiso adelantar en que producto o mercado están pensando invertir en los próximos años. “Hoy no está totalmente definido, y va a depender de los potenciales negocios y el mejor retorno de la inversión”, se justificó. 

El presidente de Seaboard aclaró que más allá de la diversificación, su plan de trabajo incluye avanzar en la optimización de procesos a través de la mejora continua y un crecimiento vertical en las áreas que hoy hay en producción, que son azúcar, biocombustibles, alcohol para uso medicinal y bioelectricidad. En ese sentido no descartó potenciar las exportaciones de biocombustibles o, en el contexto de la pandemia, hacer crecer el negocio del alcohol medicinal. “Tenemos que incrementar la rentabilidad para tener recursos para reinvertir en nuevos procesos u operaciones productivas”, señaló.



Rojo contó que actualmente Seaboard tiene en producción 26.600 hectáreas con caña de azúcar y otras 2.000 hectáreas con forestación renovable para la producción de biomasa para bioenergía. Tiene además algunas áreas implantadas con citrus que son arrendadas a productores locales. El resto de sus tierras, sin embargo, no son aptas para cultivos porque se trata de bosques nativos protegidos por la Ley de Ordenamiento Territorial. Esto también es un condicionante para los planes de diversificación, ya que además de las restricciones ambientales, Seaboard tiene otra restricción: al ser una compañía extranjera y propietaria de grandes extensiones, no puede comprar nuevas tierras en la zona. En ese caso la única alternativa para crecer sería el arriendo de campos.

Otro aspecto que el ejecutivo destacó de cara a la nueva etapa es que “hoy la compañía es rentable”, y reflexionó que “estamos invirtiendo para mejorar esa rentabilidad, y que esas ganancias generen mayor disponibilidad para seguir invirtiendo, en un círculo virtuoso que podría potenciarse con aportes genuinos del accionista”.

Consultado respecto de los mayores problemas que enfrenta hoy la empresa Rojo apuntó a la logística. “Nosotros estamos muy lejos de los principales centros de consumo y de los puertos. Por eso es fundamental para nosotros resolver la problemática del ferrocarril, que no llega a la empresa por la caída, hace más de dos años, del puente sobre el Río Colorado. Ese es hoy nuestro mayor foco de preocupación y una verdadera desventaja competitiva”.  

Capital humano y RSE

El flamante presidente tuvo además palabras de elogio para el capital humano de la empresa. Contó que hoy cuentan con alrededor de 1.400 empleados, de los cuales más de 1.300 trabajan en el complejo agroindustrial de Tabacal. Destacó que la empresa ha invertido muy fuerte en todo el proceso de capacitación del equipo, hacen cursos en todos los niveles, en planta y en entidades educativas. Anticipó además que tienen previsto mantener el equipo de trabajo actual, y estimó que el desarrollo de las nuevas inversiones va a traer nuevos requerimientos en materia de personal.

Finalmente, Rojo aseguró a IN Salta que tiene previsto no sólo sostener sino también potenciar toda la tarea de Responsabilidad Social Empresaria que viene desarrollando en la comunidad con la que está inserta la compañía. Respecto de ello detalló que “nuestro foco principal hoy es el cuidado de la salud de los trabajadores”, y por ello destacó que “se mantienen los protocolos y más del 90% de dotación cuenta con la primera dosis de vacunas contra el COVID-19, y se está avanzando con las segunda dosis”. 

Adelantó ademán que piensan continuar con las donaciones de alcohol en gel y de alcohol al 70%, y con donaciones de elementos y equipos de salud a los hospitales de la zona. En materia de Educación destacó los 100 años de la escuela del Tabacal, donde el 70% de los 120 chicos que asisten son hijos de empleados. Y anticipó que prevén seguir apoyando a CONIN y su trabajo contra la desnutrición infantil.

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