La calidad de la cerveza artesanal que produce puso a Siete Cholas en el podio nacional al obtener el sello Marca País. Es un trampolín que la pone en una vidriera comercial interesante y le da la posibilidad, junto a otras 75 firmas, de representar a la Argentina en el mundo e integrarse a sus estrategias de promoción.
Federico Armanini, cofundador de la cervecería, muestra su orgullo por la marca y por los resultados que están logrando con el proyecto que iniciaron tiempo atrás, cuando la cerveza comenzaba a popularizarse y “queríamos desarrollar un producto diferente y de buena calidad y poder llevar Salta al mundo”.
“Así fue como creamos esta marca, empapada de nuestra cultura y de todo lo que tiene que ver con el norte argentino. Es por ello que nuestro logo, imágenes y promoción siempre gira en torno a aquello que nos represente como salteños”, dijo el empresario.
La Marca País Argentina busca posicionar a la Argentina en el contexto internacional mediante sus factores diferenciales, sus tradiciones, su cultura y sus productos. El secretario de Cultura y Turismo comunal, Fernando García Soria, destacó el logro obtenido por la empresa salteña y puso en valor el trabajo que desarrollan en conjunto, desarrollando experiencias para la ciudad. “El desarrollo productivo es muy importante, apoyar a cada emprendedor permite generar oportunidades, empleo y en este caso una marca que nos represente”, dijo.
La fabricación
El proceso de fabricación de cerveza es simple y complejo a la vez ya que está compuesto por cuatro materias primas clásicas: agua, cebada malteada, el lúpulo y la levadura. En una recorrida por la fábrica, Armamini comentó que “lo que se hace es moler los granos de cebada para exponer los almidones que tienen dentro. Una vez molidos se hace una maceración que consiste en hacer té con la cebada y luego de una hora se pasa a la etapa de hervor. Se separan los sólidos procedentes de la semilla de cebada y el líquido se hierve”.
Cuando finaliza el proceso de hervor comienza el trabajo con el lúpulo, que le da diferentes sabores a la cerveza. Se desarrolla el proceso de enfriado, es decir, el producto pasa de 100 a 25 grados centígrados, lo que permitirá que se fermente y se haga la siembra de la levadura. Esta es indispensable en la formación del producto ya que definirá el carácter final.
“Para que este proceso esté completamente finalizado deben pasar aproximadamente siete días, manteniendo el producto en una temperatura controlada”, sintetizó Armanini.
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