El clásico pejerrey fresquísimo y en todas sus variedades (hay una tabla especial de degustación para los indecisos o simplemente aventureros), parrilla, pastas, empanadas, todas las minutas para que comas al paso y ricos postres en un lugar nuevo, pero que queda en familia.
Como plus, el emprendimiento crea siete empleos directos más los acuerdos con proveedores que son todos de la región, con lo cual la frescura y la calidad de los alimentos está garantizada.
“No somos chefs, pero nos gusta comer, y como nos gusta comer, también nos gusta cocinar y ofrecer a nuestros clientes la misma calidad de platos que disfrutamos nosotros. Los que nos eligen ya nos conocen y saben que aquí se come bien, pero lamentablemente no teníamos el espacio para ofrecer el servicio que durante mucho tiempo se dio como un adicional en la posada. Igual la gente empezó a venir al pequeño comedor que tenemos. Pero ahora surgió la oportunidad de operar el restaurante que manejaba mi suegra, así que los esperamos ahí”, invitó entusiasmada Raquel Canavoso.
Restaurante de la Posada de Juan, desde este sábado en ruta 46 KM 2,5 (un kilómetro antes de llegar a Cabra Corral)
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