Los argentinos son los que más padecen el síndrome de “cabeza quemada” (el estrés laboral puntea en la región)

Los primeros signos suelen confundirse como estrés y afecta más a los trabajadores jóvenes. Los motivos pueden ser muchos como tensiones laborales, inestabilidad de la coyuntura, peleas.

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Elecciones presidenciales, incertidumbre del contexto económico y largas jornadas laborales con bajos salarios, son algunos de los temas que impactan negativamente en los trabajadores argentinos. Este impacto puede traducirse en sentimientos de estrés, ineficiencia y angustia produciendo el síndrome de burnout. Traducido: cabeza quemada.

Un estudio del portal de empleo Bumeran reveló que en 2022 los argentinos eran los ciudadanos que más sufrieron el síndrome en la región, alcanzando el 86% del total. Y este 2023 no parece ser diferente.

El burnout es la segunda causa de ausentismo laboral, según una reciente encuesta de la consultora Mercer; además, es más común en mujeres y en la fuerza laboral de entre 25 y 35 años.

Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el decaimiento energético o agobio, distanciamiento mental, sentimientos de negativismo o cinismo acerca del propio trabajo y la disminución de la eficacia profesional son algunos de los síntomas que representan al burnout. Los primeros signos suelen confundirse como estrés. Los motivos pueden ser muchos como tensiones laborales, inestabilidad de la coyuntura, peleas.

Con el fin de evitar el burnout, Daniel Colombo,  máster Coach Ejecutivo especializado en alta gerencia, profesionales y equipos y certificado por la Federación Internacional de Coaching, plantea cinco claves para detectar el síndrome a tiempo:

  1) Verificar la capacidad de asertividad y adaptabilidad.

Por ejemplo, observar la estabilidad emocional, es decir, el balance de dificultades y la irritabilidad que se manifiesta, y los aspectos que no puede gestionar adecuadamente.

  2) Estudiar el impacto individual de la sociedad actual.

Nos encontramos en una cultura laboral dominada por la exigencia de lograr el máximo resultado. La encuesta mencionada de Mercer indica que el 30% de trabajadores argentinos afirmaron haber pensado dejar su trabajo.

Este tipo de temáticas son complejas de abordar y se dificulta resolver todos los problemas a la vez. Por esto, es importante extraer lo esencial que está afectando a la persona. A partir de allí, se podrá establecer un plan de acción coherente con la vivencia.

 3)  Dejar de vivir hiperconectados.

El uso excesivo de redes sociales provoca que algunas personas piensen que no tienen alternativa para ponerse en off, ni siquiera los fines de semana. Ante esto, la recomendación es diseñar un modelo de productividad que contemple la mayor desconexión posible de la tecnología. Desde elaborar calendarios y rutinas hasta apagar cualquier tipo de pantallas desde una hora antes de dormir.

 4)  Aprender a poner límites.

La herramienta para aprender a poner límites es mejorar la comunicación interpersonal, haciéndola asertiva:  saber la forma de poner el tono y mensaje apropiado en cada momento. También se complementa con desarrollar una mayor empatía para conectar  mejor con las personas; y crear un límite interno de los no negociables personales y profesionales.

 5) Algunas ideas para las empresas

Estos son algunos aspectos que pueden ayudar a prevenir el síndrome de burnout desde el mundo corporativo:

  • Claridad total en roles y expectativas de lo que se espera de cada integrante. Entrenar la comunicación es un aspecto muy importante en este punto.

  • Diseñar cualquier reestructuración con consciencia del impacto grupal.

  • Revisar permanentemente la distribución de tareas y sobrecarga.

  • Incentivar el salario emocional, que incluye todo lo no remunerativo en dinero.

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