Rocío Ovando es una emprendedora joven, muy joven, con una amplia visión para los negocios, pero fundamentalmente para anticiparse a las necesidades de los demás.
De sonrisa tímida y voz aniñada, sus gestos refieren a una niñez aún presente, que asoma en medio de las decisiones de una mujer absolutamente resuelta, que hace, que emprende y no duda.
Su más reciente emprendimiento no fue la excepción y entre la decisión de armarlo y su concreción pasó poco más de una semana. Así fueron los intempestivos inicios de Drugtore La Linda.
Con los ahorros de su vida, con financiamiento y con la ayuda de su familia logró dar forma a este anhelo que hoy crece a la par de la tenacidad de su dueña.
“No tuve asesoramiento de nadie, esto se hizo a prueba y error, armando y desarmando para ver cómo quedaban las cosas. El principal apoyo fue de papá”, recordó. Los primeros meses fueron bastante difíciles, pero logró sostener el local que abrió sobre avenida Asunción, con publicidad y descuentos que los preventistas le facilitaban por la inauguración.
Así se sostuvo y hoy es una historia de éxito emprendedor que se sigue escribiendo. Cuenta Rocío que su técnica es simple, tanto como prestar atención a las necesidades del cliente.
Rocío confirmó y pudo dar forma a aquello que ya hacía intuitivamente en la última capacitación para emprendedores de pequeños comercios de la que formó parte, “Potencia tu negocio”, dictada por Arca Continental y Coca Cola.
“Para que la gente siga viniendo, el secreto está en pensar en el cliente y estar atento a las necesidades. En las charlas nos enseñaron cómo armar combos de productos que usualmente se venden por separado y que al ofrecerlo de forma conjunta, se mira de contempla de manera anticipada las necesidades del cliente ofreciéndole algo más completo. De esa manera, se genera un vínculo con el que se demuestra el interés por el cliente”, comentó.
Otra clave de esta emprendedora es respetar los precios sugeridos por los preventistas y no cobrar de más.
En este sentido, es importante destacar el apoyo que recibió de los mismos en sus inicios pues al advertir que recién se iniciaba le ofrecían promociones especiales para respaldar la apertura del local. Con ese mismo espíritu, Rocío busca devolver la atención a sus clientes “no les cobraría jamás un precio por encima del que corresponde. Me parece totalmente deshonesto y abusivo; no corresponde”, reflexionó.
Así, con estos valores, y con una clientela cada vez más fidelizada, los sueños de Rocío no tienen techo y su próxima proyección es sumar La Linda a una cadena de supermercados.
Con ese ímpetu que le brota por los poros y por su enorme capacidad de concretar, pronto tendremos noticias de ella.
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