La Finca La Huella, un emprendimiento que renació gracias al cariño de la gente

Sufrieron una matanza de sus animales, pero sus vecinos juntaron voluntades para no dejar caer este pedacito de paraíso. Con una rifa lograron recaudar lo suficiente para reponer a los animales y reactivar la producción.

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Hoy en Finca La Huella todo es paz: el cálido arrullo de la naturaleza solo es interrumpido por las estrepitosas risas de los chiquitines que se asombran ante cada producto que la Pacha Mama les brinda generosa.

Un premio de la Cámara de Jóvenes Empresarios fue el cierre de un ciclo de angustia y desazón y el inicio de un nuevo camino que deja lejana la pesadilla vivida. Aquel 31 de marzo, cuando los primeros rayos del sol otoñal asomaban sobre La Huella, un panorama atroz se abría ante los ojos anonadados de sus trabajadores: 71 cabras lecheras y ovejas (muchas preñadas) resultaron muertas y otros tantos animales heridos por el ataque de tres perros de la zona.

Paralizados por la impotencia de la irreparable pérdida, la incertidumbre hizo lo propio en el emprendimiento sustentable. La empresa aclaró que la continuidad nunca estuvo en duda, lo que no sabían era cómo podría encararse de ahora en más la actividad con los animales sobrevivientes obviamente traumatizados por lo acontecido.

Fueron los propios vecinos quienes, al tanto de la situación, juntaron fondos y voluntades para no dejar caer este pedacito de paraíso. Con una rifa lograron recaudar lo suficiente para reponer a los animales y reactivar la producción, otros directamente se acercaron a dar su colaboración con productos o en dinero.

“Todavía estamos espantados, yo no pude acercarme al corral porque tenía un bebé y no era algo que quería ver o que él viera,  las ovejas y las cabras eran la misma cantidad y hoy se siente la ausencia de nuestras cabritas, ves más ovejas que otra cosa”, comenta Luciana.

“La experiencia nos enseñó que todavía existe el vecino, esa persona próxima y solidaria que de buenas a primeras se acerca a ayudarte, aunque muchas veces no hayan cruzado más que un par de saludos. Fue reconfortante para nosotros”, agradece.

Esto es lo que se lee en la página de la empresa:

Gracias de Corazón.

Cuando hace unas semanas unos perros nos mataron a 71 ovejas y cabras, vivimos momentos de mucho dolor y desesperanza en nuestra familia.

Pero, desde ese mismo día, el cariño, la solidaridad y el amor que hemos recibido ha sido inmenso, más de lo que nos merecemos.

Este sábado que pasó, se sorteó en el Mercado Vaquereño el Bono Contribución que organizaron amigos y vecinos para darnos una mano en la recuperación económica, queremos agradecerles con todo nuestro corazón a todos los que lo organizaron, los que compraron números, los que se acercaron a saludar y dar un abrazo, y fundamentalmente a tantos amigos y amigas que donaron los premios.

Todavía no recibimos ninguna clase de ayuda estatal, tampoco la hemos solicitado, el cariño de los vecinos es lo más grande que uno puede soñar.

Muchísimas, muchísimas gracias.

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