Con una larga historia, Temet planea potenciar las exportaciones para seguir creciendo

Desde que Vicente Galloni llegó a Jujuy en 1938 la firma no paró de crecer. La apuesta es capitalizar historia e ímpetu para crecer con sus productos en los mercados internacionales.

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Los orígenes de Temet deben buscarse por el año 1938, cuando Vicente Galloni llegó al Norte argentino para instalar equipos de comunicación en la empresa Balut en Jujuy. Retornó dos años después e instaló otros equipos para el ingenio La Esperanza, tratándose de los primeros equipos de comunicación del Norte con Buenos Aires, todo un hito en las comunicaciones.


Enamorado de los paisajes, todo lo que había logrado para la región lo llevó a pensar en quedarse en el Norte y se instaló en San Pedro de Jujuy, donde abrió la empresa Tecnitrans, que se mantuvo en funcionamiento hasta 1968, cuando la vendió. Un año más tarde se instaló en Salta y fundó El Transformador, empresa que mantuvo hasta 1974, cuando se jubiló. La firma permaneció cerrada hasta 1976, cuando reabrió de la mano de los hermanos Ernete y Armando Galloni.

“La mantuvimos juntos hasta el ´86, cuando nos dividimos. Como mi hermano tenía obligaciones mayores, se quedó con el trabajo más chico pero que le garantizaba un ingreso diario, y yo agarré el trabajo más grande, pero también más esporádico”, recordó Armando Galloni

Ernete se quedó también con el nombre El Transformador, y con Armando nació Temet, que son las siglas de Taller Electromecánico El Transformador, una forma de quedarse con un pedacito de su historia. A propósito, en marzo del año próximo Temet cumplirá 44 años.

En el 2000 la empresa dio un salto productivo y comenzó con la construcción de arrancadores para aviones, lo cual se sumó a la fábrica de máquinas de soldar que ya tenían en funcionamiento. En el 2007 abrieron su planta en el Parque Industrial.

El hijo de Armando, Pablo Galloni, estudió ingeniería industrial y hoy está a cargo de la parte de diseño e ingeniera de la firma, y maneja la parte externa, mientras Armando se aboca a la parte interna. El fundador de Temet tiene otras dos hijas. Una de ellas es ingeniera química y trabaja en una fábrica de baterías de litio en Australia. La más pequeña reside en Barcelona, y también estudió diseño industrial.

“Seguimos creciendo en el rubro y planeando bastante, pero se nota mucho la crisis del país. Las aerolíneas comerciales y los aviones privados son nuestros clientes más importante, y ante tanto seguimiento impositivo muchas firmas están desapareciendo”, lamentó Armando.


Fue un año difícil, pero los Galloni siguen planeando, proyectando ya que saben que producen equipos únicos a nivel mundial, por lo cual apuestan a exportar para abarcar plazas internacionales.

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