Las finanzas de las panaderías salteñas no aguantan más, por lo que desde la semana que viene aumentarán entre un 10% y un 15% el precio de venta al público de sus productos. Así lo resolvieron el pasado martes los miembros de la Cámara de Industriales Panaderos de Salta, quienes en los últimos meses han sufrido aumentos en las boletas de gas y electricidad, en el flete y en el precio de la harina, que colocaron sus números cerca del quebranto.
A partir de esta decisión, el precio sugerido del kilo de pan francés pasará de 60 a 65 pesos; mientras que el de mignon subirá de 65 a 70 pesos. Las tortillas pasarán de costar 4,5 pesos a cinco pesos. Respecto de las especialidades de cada panadería, se acordó que el incremento será en torno al 15%.
“El último incremento que habíamos realizado fue el 21 de mayo pasado”, recordó Hugo de la Merced, de la panadería Virgen del Valle, en diálogo con IN Salta. “Ese día el dólar costaba 24,50 pesos, y hoy cotiza por arriba de los 32 pesos”, agregó. El empresario señaló que “desde que comenzó la devaluación, los precios de prácticamente todos los insumos de panadería se dolarizaron. Eso es comprensible con la harina, que es un comoditie, pero no con el resto”.
Para dar una idea del incremento de costos que enfrenta la actividad, De la Merced contó que “en enero de este año la bolsa de 50 kilos de harina costaba 260 pesos, y hoy la estamos pagando a 670 pesos. Con ese aumento, deberíamos cobrar el kilo de pan a 100 pesos, pero no le venderíamos a nadie. Por eso hacemos el esfuerzo por contener los aumentos”.
En materia de servicios, repasó que “desde diciembre de 2015 hasta hoy el precio del gas aumentó un 670%; y la luz en el mismo período subió un 500%. Para las panaderías que tenemos reparto, a eso tenemos que sumarle el precio de las naftas, que ya aumentó tres veces en el último mes”, repasó.
El empresario panadero reconoció además que los incrementos ya aplicado tuvieron impacto en las ventas. “Hoy estamos vendiendo un 20% menos en kilos que el mismo mes del año pasado. Ocurre incluso algo muy curioso, cae la cantidad de kilos vendidos, peros se mantiene la facturación”.
Desde el sector aseguran que la crisis ya provocó el cierre de al menos 30 panaderías en la ciudad, algunas de ellas de muchos años. Sobre este punto destacaron el trabajo conjunto desarrollado con la Dirección General de Rentas de la Provincia para la identificación de las panaderías clandestinas, muchas de las cuales fueron clausuradas en los últimos dos meses.
“Nosotros no queremos que las panaderías ilegales cierren y dejen a la gente sin trabajo, sino que trabajen en regla y compitan de igual a igual con las que estamos en blanco”, explicó un referente de la actividad, quien explicó que “el diferencial de precios que tienen esas panaderías se debe esencialmente a la evasión impositiva”.
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