Como viene ocurriendo desde hace ya 10 años, el Tour Pyme pasó ayer por Salta. El tradicional evento convocó a alrededor de 600 empresarios del sector en el Centro de Convenciones de Limache, quienes compartieron la exposición de José María y Martín Quirós, padre e hijo y especialistas en pymes y empresas familiares.
Como todos los años, la jornada estuvo dividida en dos bloques. El primero, titulado “Claves para entender y manejar los desacuerdos”, estuvo enfocado en el desarrollo de las capacidades empresariales de los hijos y los problemas de comunicación que surgen entre padres e hijos (falta de delegación, críticas al estilo del otro, etc.) en las empresas familiares. Luego del break, la segunda parte, titulada “Principios prácticos para ser equitativo respetando las diferencias”, estuvo enfocado en aceptar y valorar las diferencias entre los hijos, cómo determinar su remuneración y cómo manejar equitativamente el dinero que genera la empresa.
Luego, en dialogo con INSalta, ambos reconocieron que el problema más frecuente en las empresas familiares es que el padre cree que está desarrollando a su hijo porque lo hace trabajar en diferentes áreas de la firma, pero en definitiva todas las decisiones las toma él. “En la mayoría de los casos, los padres no asumen que algún día no van a estar, y no logran desarrollar el liderazgo de su hijo o sus hijos para que algún día estén al frente de la empresa”, explicó José María Quirós.
Frente a esa situación, su hijo Martín planteó que “lo que hay que lograr es fundar una etapa que nosotros llamamos ‘de desarrollo profesional’, en la que el padre tiene que apuntar a que el hijo logre dos cosas: autonomía en las decisiones y mérito propio, es decir, que no siga agrandando el monumento al padre o la madre, sino que empiece a hacer su propio camino dentro de la empresa”.
Ambos coincidieron en destacar la importancia de las empresas familiares en la economía y lo relevante que resulta el tema del traspaso generacional. “Cuando empiezan, solamente el 15% de las empresas son familiares. Pero a los 25 años, el 85% de las empresas son familiares porque tienden a familiarizarse incorporando parejas, hermanos, primos, etc. De ese total, un 85% continúan siendo familiares porque la mayor parte logra continuidad; y hay un 15% que no son más familiares porque se han vendido”, contó Martín.
Y su padre agregó que “si vos mirás las empresas más importantes de Argentina, incluso las multinacionales, son familiares: por ejemplo Arcor, Techint, Panamerican Energy, son empresas familiares. Muchas veces hay una tendencia a subestimar las empresas familiares como un problema, pero por el contrario, es una gran ventaja competitiva”.
Finalmente, padre e hijo aconsejaron enfáticamente que las empresas familiares elaboren un plan de desarrollo de liderazgo de los hijos dentro de la empresa. “Hay que apelar a herramientas como lo que nosotros llamamos ‘la baldosa’, que es darle al hijo una responsabilidad determinada y acotada donde él pueda tomar todas las decisiones, sin que el padre o la madre se puedan meter. Le puede ir bien o mal, pero él podrá capitalizar y construir a partir de su propia experiencia. Así es como se aprende y construye”, concluyó Martín Quirós.
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