Nuevamente los manteros en el centro del debate ante el histórico antagonismo que se plantea contra el comercio legal o establecido y el comercio ambulante.
Una nueva mesa celebrada con autoridades municipales, provinciales y representantes del sector comercial de Salta promete un accionar más severo y que no se limite a lo verbal.
En diálogo con IN Salta Jorge Pampero, del Sindicato de Vendedores Ambulantes, reclamó que “el sector no fue invitado a participar del encuentro, pese a ser nosotros somos unos de los principales promotores del diálogo y que tenemos personalidad gremial. Nos enteramos de este encuentro a través de los medios”, cuestionó.
En este sentido, señaló que, “nosotros somos obreros, al igual que los comerciantes y quizás más, solo que carecemos de los medios para alquilar un local comercial o de beneficios mínimos para nuestra seguridad social”, señaló.
“Cuestionamos a los gobiernos, no solo actuales, sino también anteriores, que no dan respuesta a nuestras demandas. Es urgente repensar un plan económico que nos contemple a todos y que siente las bases del comercio como una gran entidad empresaria y en base a ello se tomen las decisiones hay que tomar”, invitó.
La paja en el ojo ajeno
Con respecto a los señalamientos constantes, aclaró que “nosotros no somos el enemigo. No competimos con nadie, no somos el comercio desleal, apenas si subsistimos y salimos a buscar el pan del día. Vemos como todos los días los comerciantes operan para correr al vendedor ambulante del casco céntrico. A mí me gustaría solicitar al Gobierno que ponga un inspector de AFIP que controle toda la mercadería que ingresa a los negocios. Si es tan legal, entonces por qué siempre operan después de las 11 de la noche”, cuestionó.
“En todo caso, si nada tienen que ocultar, que presenten los comprobantes de las compras, del origen de sus productos”, desafió.
Consultado respecto de la procedencia de los productos que comercian los ambulantes, Pampero garantizó que “la mayoría de la mercadería se la compran a mayoristas establecidos y el resto proviene de tours en La Salada, provincia de Buenos Aires. Si bien, no todos tienen la posibilidad de viajar, se juntan varios y hacen vaquitas para poder traer mercadería. Toda es de Argentina. A la frontera no vamos porque no nos dejan pasar”, aclaró.
En Salta hay censados 150 manteros por cuadra peatonal, un total de 450 en el centro de la ciudad.
“Lógicamente sabemos que hay más, estos son los números que tenemos registrados, pero la realidad es que hay mucha desocupación y las opciones nos arrojan a la venta ambulante”, aseguró.
Con respecto a la posición del comercio, a través de sus cámaras y del Gobierno municipal y provincial, Pampero aseguró no entenderlos.
“Nuestra propuesta es fusionar la Cámara de Comercio con nuestro sindicato, en beneficio de los obreros no pelear entre nosotros, sino organizarnos y maximizar las ventas”, invitó.
“Sugerimos al Ente que controla, pagar un canon por el uso del espacio público, consensuado con la Municipalidad, haciendo y promoviendo proyectos que tenemos planteados y que los han cajoneado. En esta época de pandemia, en donde a todos nos cuesta sostenernos, los que nos rechazan utilizan nuestros servicios. El vendedor ambulante sufre la condena social y hasta los medios nos muestran como delincuentes organizados. Pedimos comprensión”, exhortó.
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