Bernardo Kliksberg es Doctor en Ciencias Económicas, se lo conoce como el Padre de la Gerencia Social, fue pionero en ética para el desarrollo. Es asesor de más de 30 países, asesor especial en la ONU, y Dr. Honoris Causa de la UCASAL y la UNSa, ostentando el mismo título en más de 40 casas de altos estudios del mundo.
“La idea es que reflexionemos sobre la Responsabilidad Social Empresarial, un tema relativamente nuevo”, comenzó el especialista. “Una de las buenas ideas en un siglo que ha presentado muy malas ideas, como el ISIS, el florecimiento del tráfico de drogas, el comercio de niños, o la esclavitud laboral. Una de las cuestiones positivas de este siglo es la Responsabilidad Socia que tomó fuerza renovada en los últimos diez años y que promete mucho para conseguir un mundo más positivo”, dijo.
El economista realizó un repaso por los avances tecnológicos actuales, el contexto y el futuro que se estima, traerá para el planeta. “Estamos en un mundo en el que está sucediendo una revolución tecnológica a una velocidad enorme. Hoy las comunicaciones permiten hacer cosas que no soñaron ni los mejores autores de ciencia ficción”, señaló y agregó: “Hay miles de millones de personas conectadas en twitter, o por Facebook y existe una Wikipedia que permite el acceso a una enciclopedia mundial tremenda. Pero además también hay avances en Física Cuántica, en el mapa genético del género humano y estamos a punto de vivir una revolución en el transporte: desde los autos eléctricos que ya transitan las calles hasta los transportes dirigidos sin chofer que están por llegar. Todo eso conforma nuestro mundo actual”.
En este sentido, Kliksberg hizo referencia al mensaje del papa Francisco a los tecnólogos, en el que les pide que trabajen con ética, para que la tecnología se aplique en acciones positivas. Hoy sobran ejemplos de una errónea aplicación de la tecnología y se ve cuando aparecen las fake news o campañas de difusión de esas noticias falsas, con implicancias mundiales. Hizo especial hincapié en el caso de Facebook y una “consultora pirata” que compró millones de perfiles de personas en redes sociales, se entrometió en campañas electorales e interfirió en la democracia. “Lo que le valió al presidente de Facebook a comparecer ante el Congreso de los EEUU”, recordó e interpeló a la audiencia: “¿Qué pasa si la tecnología se trasforma en robots soldados? Eso sería inteligencia artificial, sin conciencia, al servicio de fines bélicos”.
Más adelante, repasó más características de este contexto al que se enfrenta la humanidad. “Estamos en un mundo con la esperanza fenomenal de desarrollo tecnológico, -reflexionó el especialista- pero con problemas serios. Existe mucha pobreza, con un gran relegamiento de la mujer, con niños desprotegidos. Un mundo que está afrontando la mayor migración masiva después de la segunda guerra mundial, huyendo de condiciones adversas económicas, o de guerras. Un mundo con guerras crueles con la población civil como objeto de esas guerra, con armas químicas en juego. Un mundo cruzado por el desarrollo tecnológico y el mayor desequilibrio ambiental en muchas generaciones”.
En esta coyuntura, la Responsabilidad Social Empresaria, llegó para quedarse. “No es una moda, es un modo evolutivo de la historia”, definió Kliksberg.
En un tramo de la charla, recordó que hace un tiempo un exsecretario general de la ONU, cuando trataba de convencer a los grandes intereses económicos sobre el impacto de los gases y el efecto invernadero -son los grandes generadores de deshielos, elevación de los mares, intensificación de huracanes, desertificación, incendio de bosques-, les decía que este tema es distinto de otros temas. La naturaleza no espera, no hay moratoria, no admite negociaciones. Y en este punto, Kliksberg explicó que la ONU invita a las grandes compañías a suscribir el Pacto Global, un compromiso de 10 puntos en el que entre otras cosas, se les exige que no se discrimine a las mujeres, que no colaboren con dictaduras, que no dañen el medio ambiente, que respeten condiciones laborales básicas. “Hoy son más de 10mil las empresas que están suscriptas, y también han sido muchas las expulsadas, lo que habla de una operación muy seria y exitosa, que por supuesto ha servido para impulsar la RSE”, señaló.
Hoy, mas que en otras épocas, lo que haga la empresa repercute en los consumidores, en la opinión pública, y las empresas dependen de la opinión pública y de los grandes fondos de inversión. Y aquí hay que decir que una gran parte de los fondos de inversión son colectivos que solo invierten en empresas responsables socialmente y las presionan para que cumplan con los objetivos planteados en esta materia.
Más adelante, el especialista insistió en que la Responsabilidad Social Empresarial está relacionada con políticas concretas de las compañías. “Lo que se espera de las empresas responsables es que tengan un trato digno con los empleados y sus familias. Ese debe ser un eje central, que no hagan inviable la vida familiar (y hay un ejemplo a imitar en Japón, donde hay una ley que prohíbe llamar a sus empleados durante los fines de semana). Las empresas no deben permitir el acoso ni la discriminación de las mujeres en el mercado laboral (en sus salarios, en sus ascensos)”, indicó contundente y aclaró que las mujeres siguen por debajo del 15 % en ocupación de lugares de decisión en las empresas. “Aun con progresos valiosos, estamos muy lejos de conseguir la igualdad entre hombres y mujeres, si seguimos a este ritmo, los estudios indican que la brecha entre géneros se cierra dentro de 174 años. Pero hay un dato positivo: Las mujeres empezaron a organizarse respecto de estos temas”.
Para Kliksberg, “la inversión social debe ser central y no lateral a la actividad de la empresa. Además de producir bienes y servicios, y generar ganancias, deben tener inversión social con impacto verde. Y los millennials demandan empresas verdes no solo para consumir sino para trabajar en ellas. Así, la RSE es clave para las empresas lideres desde hace tiempo”.
Para finalizar, el Doctor en Ciencias Económicas, señaló que ya la Biblia habla de RSE cuando dice que “cada uno debe ser responsable por el otro y eso es hoy, Responsabilidad Social Empresarial. En este punto, la participación ciudadana es la clave para producir los cambios. Hoy, el mundo está repleto de voluntarios. Hay 150 millones de voluntarios, hay 1.000 millones de personas que participan en espacios cooperativos. Y, personalmente, espero mucho de las mujeres que recién están empezando a emerger”.
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