El Bodeguero, instalado en la histórica casa de Arnaldo Etchart, en 20 de febrero 877, se presenta como el destino ideal para quienes buscan disfrutar de la esencia colonial de Salta sin renunciar a los estándares más altos de confort y elegancia. Este hotel boutique, que fusiona la rica historia de la ciudad con la modernidad, ofrece mucho más que un simple hospedaje: es un viaje al pasado con las comodidades del presente.
La historia de “El Bodeguero” comienza de la mano de Carolina Nallar, socia gerente de RAC Construcciones, quien dio un giro radical a su carrera al incursionar en el mundo del turismo hotelero. Con la visión de ofrecer algo único a Salta, decidió restaurar una de las casas más emblemáticas de la ciudad, la antigua residencia de Arnaldo Etchart, para transformarla en un hotel boutique que rindiera homenaje a la historia salteña mientras ofreciera un servicio de lujo.
"Quisimos crear algo que no sólo fuera un lugar donde dormir, sino una experiencia completa. Una experiencia que permitiera a los huéspedes conectarse con la historia de la ciudad y disfrutar de la calidez y el lujo que merecen", comentó Carolina en diálogo con IN Salta.
El proceso de restauración fue minucioso y, como cuenta Carolina, casi “un trabajo arqueológico”. “Desarmamos la casa y la volvimos a armar exactamente como era, pero incorporando todas las tecnologías y comodidades actuales. Queríamos que los huéspedes pudieran disfrutar de un espacio que respirara historia, pero con el confort que exigen los estándares actuales", añadió.
El restaurante del hotel es uno de sus mayores atractivos, con una carta gourmet que resalta lo mejor de la cocina salteña, pero con un toque moderno y sofisticado. El chef, junto a un equipo de expertos capacitados en Buenos Aires, ofrece platos como la trucha patagónica, las pastas rellenas de cordero y trucha, y un puchero gourmet, entre otros. "Nuestra intención es ofrecer una gastronomía de calidad, accesible para todos, donde cada plato cuente una historia y haga que cada comida sea memorable", explicó.
Lo que realmente distingue a El Bodeguero es la experiencia que ofrece a sus huéspedes. Con 12 habitaciones, brinda una estancia íntima y personalizada, permitiendo que cada rincón cuente una historia propia. Desde la cava original, que conserva su ambiente clásico, hasta el salón privado que antes era un garaje, cada espacio está pensado para ofrecer una experiencia única en la que el lujo se mezcla con la historia.
Además de su enfoque en el hospedaje, “El Bodeguero” logró destacarse por sus eventos temáticos y experiencias especiales. Desde cenas exclusivas para el Día de los Enamorados hasta un after office mensual, el hotel crea momentos únicos que hacen que cada visita sea especial. "Nos esforzamos por ofrecer experiencias que hagan que nuestros huéspedes no solo disfruten de su estadía, sino que se lleven un recuerdo inolvidable", asegura.
A menos de un año de su apertura, El Bodeguero ganó popularidad tanto entre los turistas locales como internacionales, atrayendo a visitantes de todo el mundo, desde suizos hasta australianos.
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