Semana de la mujer con Marianela Ibarra: “Los límites son los que se pone una misma”

La presidenta del Consejo Profesional de Agrimensores, Ingenieros y Profesiones Afines (COPAIPA) no cree en el “techo de cristal”, aunque pidió más apertura mental para aceptar la igualdad entre hombres y mujeres.

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IN Salta- La primera presidenta mujer de esta entidad y además reelecta en dos ocasiones, ¿verdad?  

Marianela Ibarra- Así es, y la verdad es que para mí fue un honor cuando me eligieron hace dos años. Este es mi tercer año  de mandato. Nosotros renovamos todos los años y esta es la tercera vez que me vuelven a elegir. Soy la primera presidenta mujer después de 64 años en donde pasaron más de 50 presidentes así que sí, es un orgullo y mucha responsabilidad, porque tenés que estar pendiente de lo que hacés, de lo que decís, lo que no decís y todos los ojos están siempre puestos en la Presidencia.  

IN Salta - ¿Esto además tuvo un extra de responsabilidad por ser mujer?  

MI- No, no por ser mujer, sino por una cuestión de personalidades. Cada uno  es mucho más exigente con uno mismo o no. De todas maneras yo siempre digo que a los 18 años decidí estudiar ingeniería, me inserté en un mundo absolutamente machista, estructurado y convencional y además en una universidad pública, que la amo y siempre lo digo. Y uno va haciendo sus lugares y sus espacios. El hecho de ser mujer genera esto de tener que demostrar más. Pero esto es algo que se da en todos los ámbitos, seguramente entre una mujer contadora o un contador, la contadora se esforzará más, y además estableciendo los límites. Esto que es tan difícil de marcar en la profesión, cualquiera sea, esto de violencia de género, acoso, todas las cosas que claramente siguen pasando. Yo creo que el profesionalismo pasa por ahí, por el autocuidado y la autoprotección.  

IN Salta- ¿Y el hecho de ser mujer, también sumó en lo positivo?  

MI- Claramente que sí, porque una aporta otras visiones. Si bien tengo una estructura rígida y cuadrada como todo buen ingeniero, trato de poner una impronta femenina en toda la institución; en las relaciones, en los gustos, en tratar de que sea otro ambiente. Estamos tratando de que esta impronta se note.  

IN Salta- ¿El techo de cristal sigue siendo una realidad?  

MI- Yo creo que el techo de cristal se lo pone cada persona y cada persona asume el desafío de decir “yo no tengo límites”, dentro de la honorabilidad, de las buenas costumbres. Que el esfuerzo requerido a la mujer puede ser el doble o triple, no digo que no, pero los límites son los que uno se pone.  

IN Salta- ¿Qué es lo que está faltando para que ese esfuerzo sea igualitario?  

MI- Yo pienso que lo que falta es un poco de apertura mental de toda la sociedad, no solo de los varones, sino que a veces las mismas mujeres somos muy críticas entre nosotras y creo que lo que falta es romper estructura y entre todos tratar de construir una sociedad en donde se te reconozca por tu capacidad y dedicación y no por un género.  

IN Salta- ¿Desde el COPAIPA qué se pudo hacer en este sentido?  

MI- En lo que es fundación trabajamos mucho en la capacitación profesional. Nosotros intentamos hacer otro tipo de charlas y cuesta abrir la mente, cuesta que los matriculados y matriculadas participen en temas de género. En lo que es capacitación técnica nos va bárbaro el año pasado, un año pandémico, fue fabuloso porque mucha gente se conectó a través de la virtualidad.  


IN Salta- ¿Por qué hay tan pocas entidades con presidentas mujeres?  

MI- Me pasó cuando asumí por primera vez que todos me felicitaban; mis amigos contadores, abogados, médicos, y yo preguntaba cuántas mujeres tenían de presidenta, y la respuesta es ninguna. Pienso que tiene que ver con el tiempo y la dedicación, pero aquí volvemos al tema de la apertura de la sociedad cuando reconozcan que somos igual de capaces que los hombres. 

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